lunes, 25 de noviembre de 2013

Sociologìa de la Educaciòn, compartiendo algunas ideas...



La única posición social que no re q u i e re experiencia previa es la del niño que aún no ha sido educado.
La experiencia educativa es singular para cada persona y para cada sociedad, cada cultura, cada tiempo.
Y precisamente, mientras vivimos  aquella experiencia, habièndola elegido o no, se espera que desarrollemos las disposiciones, habilidades, estrategias generales necesarias para participar como miembros competentes de la vida en sociedad, una sociedad particular hoy globalizada en muchos aspectos, pero que no deja por eso de ser singular.
 Si bien estas disposiciones, habilidades, estrategias generales no estarìan asociadas con ninguna posición social-econòmica en particular,  marcan un límite entre el estar “dentro” o fuera” de la sociedad..
La experiencia educativa comienza con la primera socialización dentro del grupo familiar, por lo que nuestra  trayectoria educativa comienza cuando nacemos y termina cuando dejamos de “estudiar” para ponernos a “trabajar.” Lo que distingue a las trayectorias educativas típicas de las sociedades contemporáneas es la alta, temprana y universal formalización de los procesos de enseñanza y aprendizaje y podrìamos cuestionar la afirmaciòn anterior ¿termina cuando nos ponemos a trabajar en un mundo tan especializado?
Ingresamos entonces en un complejo "mundo" de instituciones que, si todo sale según lo previsto, sólo abandonaremos cuando hayamos desarrollado las habilidades necesarias para desenvolvernos como miembros plenos de la sociedad, pero hablar de esta plenitud hoy serìa una flacia.
Sabemos que todas las sociedades desde las màs primitvas, han desarrollado dispositivos, modos especilizados, que posibiliten que todos sus miembros tengan la oportunidad de cultivar las habilidades críticas para la supervivencia del conjunto social en el que vivìan.
Pero tambièn sabemos que estos dipositivos no aseguraban que todos y cada uno adquirieràn esas comptencias, por diversos motivos, y ahì posiblemente es cuando los que quedarìan por "afuera" desarrollaban disposiciones contrarias a esa supervivencia y a la vida dentro de esas sociedades primeras. Las sociedades a su manera formalizan, generalizan desde temprano  la educación de sus miembros.
Ahora esta formailzaciòn se organizo de tal manea en las sociedades modernas que conforman un sistema interdependeinte que articula con otroas institciones especialidas y coordinando y ordenando los difernetes niveles de escolaridad: no podemos ingresar en la escuela secundaria sin haber pasado por una primaria, si queremos cambiar de establecimiento antes de completar uno de los ciclos, pero seguramente en una y otra escuela la mayoría de nuestros compañeros tendrá más o menos la misma edad que nosotros y habrán sido instruidos en las mismas materias en que nosotros lo hemos sido. Se nos otorgaràn entonces credenciales y títulos de valor similar a los de nuestros compañeros que daràn testimonio de lo que sabemos o no.
Lo mencionado anteriormente hace que la educaciòn moderna tenga esa cualidad de universalidad.
Si bien los sìmbolos, ìcono, ritos, valores de una sociedad comienzan en la familia, el desarrollo de habilidades y disposiciones crìticas que asegurarìa la trascendencia de un conjunto social tiene lugar en estas instituciones especializadas con normas, leyes a las cuales los que ingresan estàn sujetos.

El Estado moderno de diferentes manera determinar a travès de estas institciones educativas, con la autoridad y responsabilidad que le compete de asegurar a todos el acceso a la educaciòn, aquellos conocimientos que son socialmente vàlidos. Lo que es màs se adjudica la monopolizaciòn de la consagraciòn del conocimiento socialmente relevante y asi valida saberes que considera indispensables, pero al incluir unos tambièn excluye otros y asì homogeiniza.

 Este reconocimiento hace que las disposiciones y habilidades subjetivas desarrolladas en los procesos educativos adquieran una existencia objetiva en la forma de títulos y certificados. La posesión de estos títulos nos presenta ante los otros como poseedores legítimos de esas disposiciones y habilidades. 
La preunta es ¿no habrà otros saberes y habilidades y disposiciones adquiridas que no este contempladas en estos certificados? ¿dejan de ser legìtimos por ello?

Durkheim: analizar como a promover el monopolio estatal sobre el reconocimiento de los saberes socialmente relevantes; impulsó el fortalecimiento de los sistemas educativos nacionales europeos durante el Siglo XIX: Desde el momento en que la educación es una función esencialmente social, el Estado no puede desinteresarse de ella., todo lo que es educación debe estar, en alguna medida, sometido a su acción. Ni siquiera es admisible que la función de educador pueda ser cumplida por alguien que no presente las garantías especiales de que sólo el Estado puede ser juez. los límites en que su intervención debe enmarcarse pueden ser difíciles de determinar de una vez por todas, pero el principio de intervención no podría ser discutido. No hay ninguna escuela que pueda reclamar el derecho de dar con toda libertad una educación antisocial."


El reconocimiento constitucional de un derecho a la educación y en la sanción de leyes de escolarización obligatoria, ambos son  factores, entre otros, que han contribuido al explosivo crecimiento de la matrícula escolar. El modo de organizar las prácticas educativas ha cambiado a lo largo del tiempo y resulta de la interacción entre los a gentes y las instituciones involucrados en estas prácticas.

La Formaciòn de los sistemas educativos...

El vínculo entre la formación de los sistemas educativos y el surgimiento de los Estados modernos está relacionado con el concepto o surgimiento del Estado. Max Weber: un instituto político de actividad continuada […cuyo…] cuadro administrativo [mantiene] con éxito la pretensión al monopolio legítimo de la coacción física para el mantenimiento del orden vigente.” E l Estado es un Instituto porque su autoridad se extiende sobre un territorio y porque su capacidad de obligarnos a obedecer sus disposiciones mientras permanezcamos en el territorio que controla es independiente de nuestra voluntad o nuestro consentimiento.
Para consolidar su hegemonía sobre los poderes regionales y sobre las autoridades eclesiásticas, los Estados nacionales desarrollaron diversas estrategias. Una de ellas fue la concentración del poder de reconocimiento de los saberes socialmente relevantes a través de la articulación de las prácticas educativas en sistemas de alcance nacional.
Este largo proceso son la territorialización y la concentración del poder político.
El desarrollo de las relaciones políticas en Europa puede entenderse como la historia de un conflicto entre dos principios contrapuestos: el derecho personal o jus sanguinis y el derecho territorial o jus soli. El orden político feudal se caracterizó por la preminencia del primero sobre el segundo. El poder de los Estados creció en proporción a la erosión de los poderes feudales.
Los reyes procuraron debilitar los vínculos personales entre vasallosy señores locales y construir, en cambio, relaciones de obligación política basadas en su dominio sobre el territorio que sus ejércitos les permitían controlar. La territorialización de la dominación política consiste entonces en el reemplazo de la idea de obediencia basada en los vínculos personales entre gobernantes y gobernados, por la idea de obediencia basada en el lugar de residencia.
El ejercicio del poder político como soberanía e s una consecuencia de la consolidación de la autoridad de los Estados. La victoria de los Estados sobre los poderes locales y el poder eclesiástico, fueron favorecidas por tres grandes transformaciones sociales: la urbanización, el desarrollo de la economía de intercambio y la Reforma protestante. La ciudad como forma de organización social y política fue uno de los rasgos distintivos de las grandes civilizaciones clásicas. La aparición de la ciudad como entidad
política, a g regó un tercer factor al sistema binario “ señor / vasallo,” alterando así el equilibrio político típico del orden feudal e inclinando la balanza a favor de los poderes centrales. La urbanización favoreció el crecimiento de los incipientes poderes estatales a través de la coalición entre reyes y burgueses. En las formas sociales pre-modernas la producción para el autoconsumo predominaba sobre la producción para el intercambio. El debilitamiento de los poderes locales y la paulatina pacificación consecuente de la centralización del poder de coacción, redujeron sensiblemente los costos de las comunicaciones y de los intercambios, El desarrollo de la economía de intercambio redujo sensiblemente los costos de exacción tributaria para los incipientes estados europeos.
El desarrollo de la economía de intercambio, acelerado a partir de las innovaciones técnológicas registradas a partir del Siglo XVI, simplificó la tarea de financiar las actividades del cuadro de funcionarios necesario para sostener el poder administrativo central y, de este modo, contribuyó a la consolidación de los poderes estatales.
La tercera gran transformación que creó las condiciones para la consolidación del poder de los Estados fue la Reforma Protestante. La difusión de la Reforma contribuyó al fo rtalecimiento del poder de los Estados
en tres sentidos distintos. En primer lugar, la consolidación de una estructura institucional paralela a la de la jerarquía católica acabó con el monopolio de los bienes espirituales que el papado había ejercido con singular eficacia durante dieciséis s i g l o s .Cuestionada en su papel de re p resentante universal del ser espiritual de los h o m b re s , la legitimidad de las aspiraciones de poder político de la Iglesia Católica,.
En segundo lugar, el conflicto entre Protestantes y Católicos derivó en largas y sangrientas
guerras de religión en diversos países euro p e o s . La persistencia de estos conflictos violentos favoreció el desarrollo de las doctrinas de la libertad de pensamiento La época de la unanimidad religiosa había terminado y, con ella, la época de la espiritualización de la política y la época de la hegemonía del Papa sobre los gobernantes seculars . Confinar las convicciones religiosas a la esfera privada se convirtió en un requisito indispensable para la paz social. En consecuencia, los asuntos públicos pasa ron a tratarse como asuntos terrenales y ya no como asuntos de significación religiosa . La percepción de los asuntos públicos como asuntos terrenales favoreció la posición del más terrenal de los poderes: el del Estado. la Reforma también produjo una transformación en las ideas y las identidades. Las doctrinas de Lutero y Calvino enfatizaban la relación personal con Dios. De este modo la pertenencia a la comunidad universal de la Iglesia dejaba de ser el fundamento universal de la sociabilidad y las identidades sociales. el ascenso del individuo como figura social no fue el resultado de la difusión de una doctrina. Más bien, al contrario, la capacidad de persuasión de las nuevas doctrinas puede explicarse en su consonancia con transformaciones de largo plazo en las relaciones económicas y sociales que dieron lugar al proceso de individuación . Ser individuo significa ser antes y más allá de toda relación social.El individuo es un ente completo que existe independientemente de su inserción en el medio exterior. Esta idea que, para nosotros, es tan de sentido común que nos cuesta pensar cómo podría ser de otro modo, tiene, en realidad,una historia,y resultaba para no pocos europeos en la temprana modernidad, tan ajena como escandalosa. Sin embargo, para el momento en que la Reforma comenzó a difundirse, la potencia del individuo como forma de identidad era tal que aún los teóricos de la Contrarreforma diseñaron su estrategia de respuesta frente al cisma Protestante dentro de ella. Es así que la lucha por el monopolio de los bienes espirituales se convirtió en una disputa por el control de las almas individuales. Esta disputa dio lugar al desarrollo de las instituciones especializadas en la formación espiritual de los niños sobre las que luego se edificarían los modernos sistemas educativos de alcance nacional.
De la urbanización, el desarrollo de la economía de intercambio y la Reforma nació una nueva forma de sociedad. A esta nueva forma correspondieron nuevas imágenes y nuevas identidades. Las identidades sociales se condensan en mitos, es decir, en relatos que explican el origen y el sentido fundamental de la sociedad y de sus miembros. El mito fundante de los órdenes sociales modernos es el de la nación formada por individuos

Ernst Renan, para quien la nación es una unidad de destino y quien sostenía que el vínculo nacional consistía no tanto en una memoria como en la complicidad de un olvido colectivo. Construir una nación es construir un olvido colectivo, en el sentido de articular una historia selectiva, en la que se suspende el juicio crítico frente a algunos hechos que son celebrados y sacralizados y se ignoran, para otros  las naciones son entidades heredadas y no construidas., por ejemplo, la nación judía o la armenia. La dificultad de posiciones como ésta radica en encontrar un elemento que permita distinguir la nacionalidad de fenómenos como las comunidades lingüísticas, culturales o religiosas. El hecho de que este "elemento fundamental" no exista ha llevado a muchos autores a considerarlas nacionalidades como "comunidades imaginadas" o como "tradiciones inventadas." las naciones no tienen otro fundamento que la creencia y la adhesión de sus miembros.

La idea de comunidad de destino propuesta por Renan continúa siendo, una de las más adecuadas para definir qué es una nación .Construir un nosotros, Lo que distingue a ese “ nosotros” de otras comunidades nacionales es, p re c i s a m e n t e, las cosas que le ocurre n : es decir, la historia , y el modo de interpretar y relatar las cosas que le ocurren : es decir, la Historia (con may ú s c u l a ) . Muchas veces se combinan los conceptos de Estado y Nación en una fórmula común. Esta combinación es incorrecta,puesto que el concepto de Estado designa a la institución gobernante y el de Nación designa al referente de identidad de los gobernados. Lo cierto es que la protección (fundamentalmente la protección militar) de los Estados, da consistencia y asegura la supervivencia histórica de las naciones. La complementariedad de Estados y Naciones no debe confundirse con mutua implicación . Ha habido y hay naciones sin Estados.

El momento clave en la articulación de Estados y naciones es el siglo XIX. Este es el momento en el que los símbolos de identidad nacional comienzan a institucionalizarse: los himnos, las banderas, las gramáticas de los lenguajes nacionales. En este siglo se constituyen los grandes ejércitos de masas nacionales y éstos adoptan sus uniformes característicos.Este es también el siglo en el que los Estados se abocan a la tarea de constituir sistemas de educación pública de alcance nacional. Todas estas tareas persiguen el mismo propósito: homogeneizar y estimular el sentido de pertenencia común entre los individuos sujetos a la autoridad del Estado.
El desarrollo de estas instituciones acontece en un contexto de intensa competencia entre los Estados del sistema europeo. Esta competencia tiene lugar tanto en los terrenos económico y militar como en el terreno cultural. La sistematización de las actividades de las instituciones educativas fue la respuesta política que encontraron los estados más rezagados en la competencia  económica y militar para compensar su desventaja, estimulando a la vez que controlando la producción cultural.

La escolarización como estrategia nacional: Como hemos visto al comienzo de esta unidad, todas las formaciones sociales adoptan algún dispositivo particular para la formación de sus jóvenes  Las formaciones sociales pre-nacionales eran órdenes estamentales. En estos órdenes la movilidad social era limitada en un doble sentido: resultaba difícil ascender o descender en la escala social y resultaba infrecuente salir de los estrechos límites geográficos de la comarca de nacimiento y, dentro de ellos, a los circuitos re s e rv a d o s a cada una de los distintos “estratos” de la jerarquía social. Las identidades colectivas desarrolladas bajo estos órdenes correspondían con la rigidez de esta división. Consecuentemente, las prácticas educativas tendían a reproducir los particularismos de cada uno de estos grupos.
El referente de identidad colectiva propuesto por la idea de nación, refiere a una unidad concreta, a una participación común en un nosotros que existe aquí y ahora y que neutraliza las diferencias sociales no ya en nombre de una igualdad espiritual frente a los ojos de Dios, sino en nombre de una igualdad terrenal frente a la protección y al poder del Estado.

A. Green:  El interés del estado por crear sistemas Educativos: ímpetu para la creación de sistemas educativos nacionales reside en la necesidad de proveer al Estado de administradores entrenados, ingenieros y personal militar, para diseminar las culturas nacionales dominantes e inculcar ideologías populares de nacionalidad, y así forjar la unidad política y cultural de los estados nacionales nacientes y cimentar hegemonía ideológica de sus clases dominantes"

Por su organización institucional y su capacidad de regimentar las prácticas, la escuela se convirtió entonces en un dispositivo de extraordinario valor para uniformar las experiencias de ingreso en el conjunto social de todos los miembros jóvenes de las sociedades nacionales, independientemente de sus diferencias de cuna. De allí el interés de los Estados en formalizar y monopolizar el control institucional de las prácticas de enseñanza. Fundados en este interés, los procesos de constitución de los sistemas educativo s nacionales adoptaron una secuencia similar en los distintos estados europeos: declaración del interés nacional en la educación de masas, legislación para hacer obligatoria  la enseñanza, creación de un ministerio o departamento de educación y establecimiento de la autoridad del Estado sobre las escuelas existentes o de nueva creación.
Antes de la constitución de los sistemas públicos de educación ya existían escuelas, es decir instituciones especializadas en la socialización y la instrucción de los niños.
Controlar los contenidos y las modalidades de la educación inicial resultaba de vital interés para los incipientes estados, toda vez que se suponía que la lealtad y adhesión de los adultos dependía de la motivación que recibieran cuando niños. La escolarización resultó así una de las herramientas institucionales más eficaces en el proceso de homogeneización indispensable para la constitución de la nacionalidad y el fortalecimiento del poder estatal.
 La dinàmica....¿patrones de reproducciòn y cambio?
En los países de la Europa Continental, donde la influencia de la Iglesia Católica en las costumbres y especialmente en la educación, aún era grande, la estrategia dominante fue la de la restricción . El Estado desplazó a las autoridades religiosas del control de las instituciones educativas, confiscando fondos y sometiendo a la organización de las prácticas educativas a limitaciones legales y reglamentarias que en la práctica significaron el desplazamiento de las antiguas autoridades de las escuelas de sus posiciones de control y su reemplazo por personal que actuaba
en nombre y por cuenta del Estado. Se constituyeron así sistemas altamente centralizados y homogéneos, sometidos a la autoridad de un núcleo de funcionarios que decidía sobre los contenidos y prácticas pedagógicas a adoptarse en todos los establecimientos existentes en el territorio.
En los países como Inglaterra, donde la influencia católica era más débil y la necesidad estatal de sistematizar la educación de los niños menos urgente, la estrategia dominante fue la de la sustitución . Las escuelas públicas coexistieron con las controladas por organizaciones confesionales, compitiendo con éstas por el reconocimiento y la adhesión de los usuarios del sistema. De esta estrategia, resultaron sistemas más plurales y en los que la autoridad del centro estaba más limitada por la autonomía de los responsables de las escuelas y las jurisdicciones territoriales.
La competencia entre el estado y las otras instituciones proveedoras de servicios educativos resultó en todos los casos e independientemente de la estrategia de organización adoptada, en un marcado y rápido crecimiento tanto en el número de establecimientos como en el de alumnos matriculados. La expansión cuantitativa del sistema fue acompañada por la profesionalización de la docencia y la unificación de los contenidos curriculares a escala nacional.
Como otros estados, el estado educador argentino debía sostener su autoridad frente a otros prestadores de servicios educativos. A este requerimiento, se le agregaron las necesidades convergentes de ofrecer un mecanismo de integración a una población integrada mayoritariamente por inmigrantes recientes y de afirmar la autoridad de la elite nacional frente a las provinciales. De este modo, la autonomía provincial sobre la administración de los sistemas de instrucción pública, queda restringida en favor de la extensión del espacio de acción del estado central, el que también controla, a través de las escuelas normales, el sistema de formación de docentes y, a través de la creación de escuelas, tiene responsabilidad directa sobre la provisión de servicios educativos en la Capital Federal y en los territorios
nacionales aún no provincializados.
La dinámica (es decir, los patrones de reproducción y cambio) característica de los sistemas educativos depende de la estructura de relaciones entre los principales actores que los componen. Estos son, por el lado de la oferta, las autoridades educativas estatales en sus diversas instancias y los prestadores directos de servicios educativos (escuelas y docentes) y, por el lado de la demanda, los usuarios de servicios educativos y sus representantes
sectoriales (agrupados, según el caso, de acuerdo con criterios de clase, de residencia, de cultura o de origen nacional).

¿Las credenciales educativas suman al hecho educativo?
A. H. Halsey,"Las credenciales son un bien posicional. Una característica definitoria de los bienes posicionales es que estos son escasos en un sentido socialmente impuesto, y que, de acuerdo con esto, la distribución procede a través de una ‘subasta de un conjunto restringido de objetos al mejor postor.’ (…) Para hacer frente a una demanda excesiva de credenciales educativas, emergen los mecanismos de selección e inflación de credenciales.
La inflación de credenciales simplemente incrementa la jerarquía de escasez y requiere que los individuos inviertan más tiempo en ascender a la jerarquía de la credencial más escasa, más valorada."

En los sistemas centralizados , predomina la negociación política directa entre las autoridades centrales y el resto de los actores del sistema.
Las respuestas de las autoridades a estas demandas se traducen en leyes y reglamentos, que aspiran a aplicarse al conjunto del sistema. La complejidad y la escala del sistema hace que los cambios que resultan de este tipo de dinámicas sean, en general, lentos, infrecuentes y drásticos. En los sistemas descentralizados los usuarios de servicios educativos y sus representantes disponen de mayores posibilidades de actuar directamente sobre las autoridades de las escuelas y sobre los docentes, quienes disponen de mayor autonomía para introducir cambios. El patrón de transformación típico de esta dinámica es el cambio gradual, frecuente y localizado. Tanto los sistemas centralizados como los descentralizados tienden a expandirse. Esta tendencia a la expansión re s u l t a , por un lado,de la re ferida competencia entre prestadores de servicios educativos estatales y no estatales, y, por otro, de la competencia entre los distintos grupos sociales por la valorización de sus credenciales educativas.

Una vez que la escolaridad se ha extendido a todos los miembros de una cohorte, independientemente de su posición en la estructura social, la credencial educativa resultante pierde poder diferenciador, motiva a los miembros más aventajados de la sociedad a proveerse de credenciales más difíciles de conseguir y, a los menos aventajados, a reclamar que se facilite su acceso a estas nuevas credenciales. Este proceso es uno de los rasgos distintivos en la evolución de los sistemas educativos modernos y recibe el nombre de inflación de credenciales

Política educativa y economía política: configuración actual de la relación entre estado,
sociedad y sistema educativo responde a una evolución que reconoce dos etapas fundamentales. La primera, comienza con el siglo, adquiere sus rasgos distintivos luego de la crisis de 1930 y de la Segunda Guerra Mundial y se extiende, en los países capitalistas centrales, hasta el estallido de la Crisis del Petróleo en 1973 y, en los países latinoamericanos, hasta la eclosión de la Crisis de la Deuda Externa en 1982.A partir de ese momento se abre una segunda etapa, todavía en curso. En los apartados que siguen reseñaremos las características fundamentales de cada una de estas etapas y analizaremos las transformaciones registradas en las políticas educativas dominantes en cada una de ellas.



























No hay comentarios.:

Publicar un comentario