Hoy màs que una experiencia una realidad-2014
Mi paso por la ciclada
- Silenciar un rato la mirada…
Decir lo visto, silenciar un rato la mirada para empezar a contar una
experiencia, una relación con el mundo educativo con los otros y conmigo misma,
en esta realidad que me rodea desde hace muchos años, esta realidad que me pasó
y me pasa. Empezar a contar se hace
dificultoso, no por el hecho educativo en sí mismo, más tiene que ver, con mi
recorrido como educando y como educadora.
Empezar a contar un deseo…, el deseo de hacer realidad un ideal de
conducción pedagògica, de coordinación. Una visión propia, la cual a modo de utopía,
marcaría un recorrido a seguir, en cómo hacerme en ese rol, ¿cómo construir una
coordinación pedagògica?
Recuerdo haber leído, “construirse como coordinador es una travesía”-
Si buscamos travesía en el diccionario podemos encontrar entre otras
definiciones:
1. m. Sitio o terreno por
donde se atraviesa.
2. f. Camino transversal entre
otros dos.
3. f. Callejuela que atraviesa
entre calles principales.
4. f. Parte de una carretera
comprendida dentro del casco de una población.
5. f. Distancia entre dos
puntos de tierra o de mar.
6. f. Viaje por mar o por
aire.
Realmente construirse como coordinador pedagògico es una travesía, es un camino que
une, un viaje que atraviesa, pero que no es “lo” principal. Es asumirse como un instrumento, un medio que
une, que marca por dónde ir, permite.
Ser coordinador no es un fin en sí
mismo. Si así se lo concibiera el ser
coordinador, no tendría donde ir, ni que
unir y su recorrido terminaría con un
enorme cartel “CALLE SIN SALIDA”, se extinguiría… moriría ahí.
El deseo de realidad de unir, permitir y atravesar el sueño y las ganas de
los otros, muchas veces se choca con otros carteles: desconfianza, miedos,
resistencias, inseguridades,…y con uno, que quizás sea el más brillante, que se
titula “MIS SUBJETIVIDADES”
Desde este cartel entonces me sentaré a tratar de ponerle palabras a una
construcción que descubrí inicialmente, que no la hice y no la hago sóla. Sin
darme cuenta, “los otros” en forma
consciente o no, construyeron y construyen junto a mí ese rol.
Michèle PETIT al participar del
Congreso Mundial de IBBY (International Board on Books for Young People)
en Cartagena de Indias, en septiembre de 2000, escribió el texto “Elogio
del encuentro”. La frase con la que comienza a contar lo que ella llama “sus
emociones” al narrar experiencias vividas con otros, es: “Después de todo,
había algo más...”
Y si lo esencial está allí, y se repite en todos los maestros cuando se
produce el encuentro con ese niño de todos los días, que podía y que sólo había que darle la
oportunidad. ¿Cuál sería ese algo más? Es quizás, el asombro, que lleva a
expresar “no lo puedo creer”, pero un “no lo puedo creer” que no deja estático
al docente, por el contrario, lo lleva a actuar, a poder mirar desde otro
lugar, a ser parte, a empezar, a
intervenir de tal manera, que ese aprendizaje crezca no sólo en los chicos,
sino también en él como docente. Es descubrir la posibilidad de que algo
diferente puede pasar, algo más…
Un asombro que se repite, que alegra, que moviliza. Un asombro que pone en
duda lo que hasta ahora se veía y afirmaba. Entonces la pregunta… ¿qué
hizo posible esa admiración? ¿Qué permitió que saliera a la luz y
pudiera ponerse en palabras? ¿Que permitió que fuera tenido en cuenta como una
“posibilidad”?...Y si participaron es porque “la sintieron”… la oportunidad.
Sin darse cuenta estaba ahí esa combinación de factores y circunstancias, esa
sazón, esa coyuntura para tomar la de un asunto importante: “ser parte” de ese
momento tan mínimo que es poder participar, poder hacer algo.
Cuántas veces los maestros decimos, “por lo menos hizo algo”. “Huele” a poco, pero ¿es poco tomar la
decisión de hablar, de opinar, de “hacer algo”?, ¿es mucho para aquel que no
encuentra la oportunidad de hacerlo sea cual fuere el motivo? ¿es mucho que un
niño diga “quiero bailar en el acto ? y /o ¿qué permite que repentinamente esas
ganas sean puestas en palabras?...
Todo comenzó mucho antes de ver la oportunidad como coordinadora en las
reuniones de ciclo, de encontrar la puerta o ventanita por donde entrar para
empezar a trabajar en esta propuesta de trabajo llamada para mi “ciclada”. No
por un capricho, sí por convicción, pero era un entrar que debía ser una
invitación del otro, no al otro, digo nuevamente del otro. ¿Cómo lograrlo? ¿Valía la pena? ¿Acompañaría
la realidad institucional? ¿Estaban las condiciones institucionales dadas?
Si la respuesta era sí, cuáles había reconocido? Y si era no del todo,
¿hasta cuando esperar? ¿a que estén
dadas para intentar construir un marco de enseñanza y aprendizaje que simple y
humildemente mejorara los tiempos y espacios donde estas cuestiones pedagógicas
se daban?...
Pensar para lograr que aprendieran más y mejor quizás era decir mucho
y…¡cuánta soberbia se siente al decirlo!. ¿Quiénes somos para lograrlo? ¿Tanto
sabemos y conocemos a nuestros alumnos para darnos el lujo de pensar eso?
Las condiciones se conjugaban: con el aval de la actual Supervisora Escolar del DE14° Delia Podgorni,
quién se muestra muy entusiasmada por las propuestas e interesada por tomar la
posta y mi experiencia de coordinación de segundo ciclo del año anterior, paso
a coordinar el primer ciclo para implementar
la propuesta. Escuchó mi pedido y la aceptación de la directora de la escuela,
en ese entonces, Lic.Nora Rosen, respaldando el inicio de esta travesía.
2. El esfuerzo de traer a la memoria lo vivido para
construir el hoy
Comenzado el viaje, lo primero fue traer a la memoria cómo había
empezado el camino, el despertar las
sensibilidades, cómo las habían despertado en mí en su momento: “ la etapa de
sensibilización”, como cuando yo estaba
a cargo como maestra de primer grado en otra escuela de este mismo distrito.
Recuerdo que en esa oportunidad, un día de febrero llegó a la escuela N° 25
“Carmen Sonda de Pandolfini”, la
Supervisora Escolar en ese momento del DE 14°, Sra. Nilda Velaz, quién reunió a
todos los docentes que estábamos en ese momento en la escuela. Recuerdo que la
Directora ante esta convocatoria le preguntó asombrada, y diría preocupada:
¿reúno a todos los maestros, la bibliotecaria, la maestra de educación
plástica,..?. Así fue, la invitación de la Supervisora no excluía a nadie.
Conocimos entonces la famosa página 59 del Marco General del Diseño
Curricular que entre otras cosas
indicaba: “….Tradicionalmente, la organización de la escolaridad argentina ha
sido graduada. Los aprendizajes esperados se definieron tomando como unidad
temporal el año lectivo…” Sin entender demasiado me sentí atrapada por estos
párrafos del Marco General. El recorrido desde ese día fue largo, incierto a
veces y porque no decirlo al comienzo en cierta soledad.
Y así, a modo de bitácora, tratando
de hacer explícito el rumbo, comenzaré la narración de éste recorrido de hoy,
distinto y parecido al de ayer, con sus
velocidades, maniobras y demás accidentes de navegación…
Mis primeros interrogantes:
¿Cómo intervenir como coordinadora, para que se conforme un grupo de
trabajo al servicio de la tarea?, ¿cómo conjugar las posibilidades y lo diverso
de cada docente y ponerlo al servicio del trabajo de los chicos? ¿Cómo unir la
idea y hacerla crecer, desde esa unidad en la riqueza de lo diverso?
Un acto que sea vivido por el primer
ciclo (1°, 2° y 3° grado) como una propuesta que integraba y cobraba sentido
para todos.
¿Cuál sería mi rol? ¿Cómo ejercerlo sabiendo que tenía que ser parte de un
equipo? Y por otro lado la confianza que permitiría formar un grupo de trabajo,
¿se podría transpolar a la implementación
de la propuesta a medida que se fuera construyendo? ¿Cuál sería la mirada y a
qué estar atenta? ¿Cómo influiría la historia institucional?
Durante el mes de marzo se hacen las primeras reuniones de ciclo, en medio
de una realidad institucional que no escapaba al resto de muchas escuelas de la
Ciudad de Buenos Aires. Equipos de
conducción que comenzaban las clases conformados de una manera, pero
cuyo sostenimiento en el tiempo no sería posible, ya sea por ascenso o por
jubilaciones como ocurrió en este caso.
Pero, seguramente, la historia institucional quedaría en la memoria viva
de aquellas docentes que venía construyendo ese camino desde hace años en la escuela.
En la primera reunión del primer ciclo (1°,2° y 3° grado) se pidió a la
docente de primer grado con varios años de pertenencia en la escuela, que
compartiera lo que vivió estos años en las reuniones de ciclo: cómo, cuándo,
intención de las mismas. Esto permitiría
informar a las docentes nuevas de la identidad de estas reuniones en la escuela
y también reflexionar a quiénes ya venía participando de las mismas.
Se hace explícito el rol del coordinador de ciclo, asesor.
Continuando con las reuniones, una de las acciones consistía en la lectura del párrafo de la página 59 del Marco General del
Diseño Curricular como punto de partida, con el fin de intercambiar ideas en el
encuentro.
Les repartí a cada docente del ciclo y a la maestra recuperadora una
copia de “La Organización de la EGB en Ciclos”:
“…flexibilizar los marcos temporales acordados...cobrando fuerza la
propuesta de una organización ciclada…se decide dar continuidad y fortalecer la
organización por ciclos…”
ESCUELA Nº 14
“Dr. LUIS AGOTE” D.E. 14º
HORARIO
(reunión de 1°ciclo)
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GRADO
HORA
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JUEVES
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2º
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3º
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Comedor
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X
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X
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La reunión de primer ciclo, se realizó como de costumbre los jueves de
10.30 a 12.15. Tiempo y espacio organizado desde años
anteriores-tradición institucional y distrital,
como fruto de una gestión de la supervisión escolar, con una fuerte
impronta en una mirada organizativa de las instituciones al servicio de lo
pedagógico, como factor facilitador.
Participaron de esta reunión las docentes de 1°,2°, 3° grado, la maestra
recuperadora del primer ciclo, la maestra de inglés de primer grado y coincidió
con la visita ya programada del EOE[1], quiénes conformaron con las docentes, un grupo real de trabajo desde
su rol, que describen ya con sus voces: “…Es el momento en que las reuniones de
ciclo permiten contar con un “equipo ampliado” ante las consultas y
preocupaciones presentadas. Se potencian
herramientas que los docentes ya fueron elaborando. En muchas de las escuelas
en las que trabajamos, pudimos intensificar encuentros con los maestros y
coordinadoras de ciclo aprovechando los espacios y tiempos ya organizados.”[2]
Cabe destacar, antes de continuar, el
recorrido profesional de las docentes:
·
Maestra de 1° grado
con un recorrido histórico en la escuela y experiencia en el trabajo con la
propuesta. Muchos
años de experiencia en primer grado.
·
Maestra de 2°
grado, recién recibida, siendo su primera experiencia profesional, tomo el
grado a mediados de abril. El grupo de 2° grado venía de trabajar desde marzo
con una docente con rasgos muy particulares, sin el enfoque de la propuesta del
Diseño, lo que llevó al grupo a no poder recuperar lo trabajado el año anterior
en primer grado.
·
Maestra de 3° grado
con un año de experiencia laboral en la escuela, recibida en el 2008, con una
postura coherente a la propuesta de la normativa vigente.
·
Maestra
Recuperadora, su primera experiencia en escuelas pertenecientes al Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires, con una
propuesta de trabajo acorde al marco pedagógico que propone el Diseño.
·
Maestra de Inglés
de primer grado con experiencia en el trabajo con grupos de acuerdo a niveles,
por la forma de organizar el trabajo en el área de idioma extranjero-
Sería necesario hacer explícito que las docentes aceptan
la propuesta, y distinguir que éste estar de acuerdo y aceptar, no es sinónimo de que sea perceptible en la
práctica cotidiana del docente, en el aula o en sus planificaciones.
Bajar el Diseño al aula no es cosa fácil y merecería otro
apartado, por eso solo se hará mención
de ello. Sólo la docente que se cita de primer grado, está de acuerdo desde el
hacer cotidiano con la propuesta pedagógica del diseño, cuyas estrategias son
observables en la cotidianeidad de la propuesta didáctica.
·
El Equipo de
Orientación; Profesionales con experiencia en la propuesta ciclada y otros con
su primera participación en esta
modalidad de trabajo, quiénes a igual que los docentes acuerdan y aceptan el
espíritu del Diseño
Esta especie de relevamiento de tiempos, horarios, características de los
docentes, son elementos que consideré que un coordinador de ciclo, debía tener
en cuenta. Conocer estas realidades es el punto de partida del coordinador,
como indica el Marco General:”Dado que en las instituciones escolares estatales
los equipos de conducción no seleccionan a los docentes, es fundamental
establecer estrategias que promuevan acuerdos y permitan resolver disensos de
un modo cooperativo sin diluir las diferencias que enriquecen” [i]
Los docentes y las instituciones también tienen procesos que hay que
acompañar. Para alentar acuerdos es necesario conocer: cómo son, qué piensan,
cómo piensan, y cuál es la historia profesional de cada docente. Formar un
equipo de trabajo implica planificar acciones, con pautas claras que ayuden a
generar modelos e ideas innovadoras acordes a las necesidades.
¡Ahora sí! Era el momento de tratar
de ponerle entendimiento a esos temas que tenían que ver con el trabajo del
aula, con esos “afanes cotidianos”.
Los diferentes
temas tratados en esa reunión fueron:
·
Dificultad para
realizar los agrupamientos, qué criterios utilizar.
·
Necesidad de construir indicadores.
·
Distancia y conexión entre el trabajo de la “ciclada” y
el trabajo del aula
·
Cómo continuar en
el aula el trabajo iniciado en “la ciclada”
·
“ La ciclada” como
oportunidad, opción y no como obligación, cómo modelo de gestión docente en el
primer ciclo-
·
Visión simultánea
de grupos flexibles de aprendizajes, posibilidad de vincular los conocimientos
de cada grupo para que las experiencias de unos sirvan de apoyo para avanzar;
organizar actividades que sostengan los conceptos aprendidos, que faciliten y
resignifiquen lo aprendido en el otro
nivel o grupo de aprendizaje.
·
Las integrantes del
EOE aclararon algunos términos, posturas como: qué es una emergencia y qué una
urgencia; cuándo se decide derivar a un alumno, qué hablamos cuando decimos
“adaptar”… estar alertas a las definiciones únicas para evitar nuevas
homogeneizaciones.
·
Recuperar los
objetivos pedagógicos de la escuela.
·
Dentro de los
tiempos ya organizados (distribución de horarios de materias
curriculares-Plástica, Música,…-en toda la escuela), pensar cuáles de los que
correspondían a los grados del primer ciclo, eran potables para, hacer viables
la organización por grupos flexibles.
·
Variedad de
actividades para ser desarrolladas por agrupamientos diversos.
·
¿Cuál era la
perspectiva procesual del aprendizaje?
·
¿Qué favorece el
respeto a la diversidad y puntos de partida, estilos de aprendizajes?
·
Nos toca el acto
del 25 de mayo.
3. Pedro se perdió
la revolución por ir a pescar…
Preparar el acto del 25 de mayo fue una posibilidad para provocar el
encuentro de dos mundos, (la teoría y la práctica docente) y como expresó Michèle PETIT, y hacer un
elogio de ese encuentro *
Empezaba a producirse ese algo más que podía pasar y se construía en un
interactuar donde se mezclaban ideas, enojos, reclamos y muchas ganas de hacer
unos con otros, y cuando digo uno con otros, digo: maestro de grados (primer
ciclo), de danzas, de teatro, de música y los mismos chicos. Había acuerdos
establecidos a nivel institucional en relación a las efemérides, que se tomaron
como puntos de partida ya que eran parte de la identidad de la escuela.
La escuela en la cual se desarrolla el relato, hoy pertenece a la
modalidad “Intensificación en ARTES[4].
Las escuelas intensificadas en artes, brindan a los niños la posibilidad de acceder a los diferentes lenguajes artísticos (música, danzas, teatro, medios audiovisuales, plástica) potenciando dichos lenguajes como una oportunidad más de expresión, comunicación
Las escuelas intensificadas en artes, brindan a los niños la posibilidad de acceder a los diferentes lenguajes artísticos (música, danzas, teatro, medios audiovisuales, plástica) potenciando dichos lenguajes como una oportunidad más de expresión, comunicación
En este sentido, las reuniones de arte fueron un espacio más de reflexión
sobre el encuadre que se le daría al mismo. En ellas sólo participan (por
cuestiones de organización de tiempo y espacios) los maestros de arte.
¿Cómo establecer acuerdos con los
docentes de grado? ¿Se podían reorganizar otros tiempos y espacio de encuentro
dentro del horario escolar donde confluyeran maestros de grado y curriculares
del primer ciclo?
La respuesta es compleja.
Había que flexibilizar esos tiempos y espacios, componentes duros de los
que habla Flavia Terigi en relación a la
escuela y los alumnos, pero que también padecen los docentes.
¡Qué mi conocimiento previo sobre estos temas por haberlos vividos influían
e influyen es cierto! Mi esquema de lo vivido se ponía en juego para ayudar u
obstaculizar un nuevo proceso parecido pero diferente. ¡Cuántas dudas! ¡Cómo
agota pensar!
Buscar significado a las cosas es un gran esfuerzo, traer al presente lo
vivido me da la oportunidad de ordenar nuevamente y comprender mejor el
trayecto realizado cuando era maestra de grado. En esa ocasión tampoco había
sido fácil encontrar esos espacios, con
otras colegas, para empezar a pensar qué entendíamos por “ciclo”, “ciclada”,
que indicadores tener en cuenta para hacer un primer agrupamiento, no teníamos
en ese momento asesoramiento del Equipo de Orientación, la bibliografía era muy
básica[5]
y hasta el momento habíamos adherido dos
de las tres maestras del ciclo.
Traer recuerdos, tomar distancia, inspirarse con ellos, de eso se trata.
Seguramente en éste traer al presente los hechos en forma personal, deja
muchos recuerdos de otros, que
completarían y señalarían lo importante de las cosas realizadas.
Nos juntábamos en las horas en que
nuestros alumnos coincidían en horas curriculares, y empezamos a hacer una
lista de indicadores que construíamos en base a nuestros años de experiencia de
trabajo como maestras. Ellos no servirían como puntos de partida para hacer los
primero agrupamientos. Recuerdo que las
primeras ideas que escribíamos tenían que ver con: mantiene la atención,
participa en clase, escucha cuando se cuenta un cuento,…Cada criterio a tener
en cuenta remitía a un alumno concreto que nos llevaba varios minutos de comentarios,
pero en realidad se daban dos cosas solo
comentaba sobre el niño en cuestión la maestra que lo tenía en su grado a lo
sumo que lo había tenido el año anterior y en el fondo sin darnos cuenta al
comienzo eran todas ideas de agrupamiento centradas en NO puede.
De lo anterior hoy expreso: dimos como supuesto que de un año al otro el
“chico” es el mismo, nada pasó en su vida, no modificó nada.
Los docentes observamos exactamente
lo mismo y no pudimos rescatar nada nuevo de ese niño que en realidad día a día
se va formando y transformando. Que se va construyendo, no siendo una copia
exacta en su aprendizaje de un momento a otro, de un año a otro, de un mes a
otro, porque cada día las vivencias son diferentes en algún punto. Si así
fuera, siempre el mismo, como solemos decir los maestros, cabría preguntarse : ¿qué
hizo la escuela cómo institución, cómo intervino?...
Y de eso se trataba, pero nosotras tendríamos que descubrirlo a lo largo del trayecto. Me viene a la memoria una
frase de una de las escuelas del Distrito cuando un fin de año expusimos lo
vivido en cada institución y le puso a su recorrido como título:”caminante no
hay camino se hace camino al andar”
Tendríamos que reflexionar sobre qué nos permite ver que los alumnos
aprendieron, modificaron y/o transformaron?...
Entre tantas otras cosas, asumir que
en muchas oportunidades, eso nuevo, distinto, sorprendente que
se da en el niño, no eran las que
buscábamos o esperábamos. Los “esperables” de acuerdo con nuestras
planificaciones y objetivos (no porque esto estuviera mal) en oportunidades y
no de las menos, se diluyen o no se relacionan con los puntos de partida de los
alumnos.
Muchas veces los progresos en los niños no son actos y acciones que
todos podemos observar y que podemos, de algún modo, medir y cuantificar
objetivamente.
Primero, no todos tenemos las mismas miradas, por emociones, formas de
pensar al alumno y lectura de los resultados de lo que “hacen en la escuela”-
Vencer preconceptos, quitar las famosas “etiquetas” superar nuestras
subjetividades no es fácil, es trabajoso y necesita indudablemente de otro que,
a modo de puente, me lleve a otro lugar, para mirar y observar desde “el otro
lado”.
No puedo dejar de decir que este animarse a cruzar un puente en mi travesía
tuvo su costo como maestra de grado (2002), no era muy bien visto tomar una
propuesta que rompía con los esquemas tradicionales, que rompía el ritmo
habitual de la escuela y que además venía de la supervisión, y menos llevarla a
la acción realmente.
A pesar de la resistencia, de algunas compañeras, en alguna hora me
acercaba al aula de la maestra de
segundo o tercer grado y con timidez le proponía: ¿te parece que empecemos a
ver algo de cómo los podemos agrupar?
Comenzamos a buscar caminos de viabilización,
revisar qué habíamos hecho hasta ahora como institución, cuál era el punto de conexión con nuestra
historia institucional. Siempre se construye sobre algo, y ahí descubrimos, a
través de nuestro objetivo institucional que teníamos cimientos donde
apoyarnos, de dónde partir. El objetivo del Proyecto Institucional de la
escuela donde era maestra de grado, formulaba:
LA COMUNICACIÓN COMO EJE ESTRUCTURANTE-
Creímos entonces oportuno focalizar
en la oralidad, en su desarrollo y estímulo, ya que se venía trabajando históricamente en la escuela, dentro del área
Prácticas del Lenguaje. Generar espacios donde los chicos pudieran tomar la
palabra y actuar como interlocutores activos, dándoles igualdad de
oportunidades sería lo que les permitirá desarrollarse como hablantes y oyentes
participativos.
¡Ya habíamos avanzado un paso!
Teníamos el eje que nos iba a orientar: la oralidad (todas las áreas son
atravesadas por ella).
Intentamos hacer los agrupamientos de la forma más objetiva posible. Esa
objetividad estaría dada por la decisión compartida de los docentes de primer
ciclo y la coordinadora del mismo ¿qué niños formarían parte de cada uno de los
grupos flexibles?. Las reuniones semanales de los docentes sería el espacio
para pensar sobre estos temas y no quedaba
librado sólo a una mirada basa en la experiencia personal de cada
docente. Pensamos que era necesario buscar indicadores, compartir miradas,
discutir sin miedo a confrontar. Debíamos redactar variables específicas del
desarrollo de la oralidad. Luego, formar hablantes capaces de tomar la palabra,
escuchar y hacerse escuchar: ¿Cómo se logra? Cómo enseñar a hacerlo? ¿Qué
señales dan cuenta de que se logra?
Algo sobre oralidad antes de continuar con el relato, no viene mal
Es inevitable al hablar de: oralidad, escuchar y hacerse escuchar, citar y
referirnos mínimamente a Paulo Freire. Y
si hablamos de la palabra y de educación hablamos de diálogo. Para el pedagogo,
brasilero el diálogo, es un fenómeno humano, es acción y reflexión- las dos
copartícipes de esa realidad-. La palabra auténtica, no sacrificada por “lo que
hay que decir”. Dirá la palabra no puede ser muda, silenciosa, ni tampoco
nutrirse de falsas palabras. Las verdaderas palabras, que permiten nombrar la
realidad, contar lo vivido, permiten ejercer el derecho de transformar la
realidad. “El diálogo es un acto creador” expresara Freire. La cuestión es cómo
crear sin el elemento principal que en éste caso es la palabra. Si las palabras
quedan atrapadas en nosotros educadores y no la dejamos libre, tomar sus
formas, y características en cada niño. Si las silenciamos con palabras como:
correctamente, significado en contextos, comprensión obsesiva,.. y no las
dejamos fluir, seguir los caminos .. Y sí en lugar de censurar,
acompañamos a esa palabra, en lugar de
callarla, la habilitamos para dejar que crezca, madure y encuentren su lugar,
su historia. En definitiva que estructure el pensamiento es algo sabido, pero
una cuestión importante es la identidad en relación a éste tema y la oralidad.
Marco Antonio Calderón Zacaula , en el artículo titulado: “ La
estructura cognitiva en las culturas orales primarias y los residuos de
oralidad en las culturas literatas”, sostiene: ”Si el conocimiento no se articula y transmite a través de fórmulas
orales y comportamientos ritualizados (mediante el reconocimiento de
configuraciones) el grupo pierde su coherencia y por ende su especificidad
cultural. Aquellos que, en una cultura oral, son iniciados en los conocimientos
acumulados por la comunidad que es la del conjunto de las conductas verbales y
no verbales ritualizadas y que constituyen la tradición del grupo. Aquellos que
aprenden un oficio o, de hecho, cualquier comportamiento, imitan, realizan y
actualizan en cada ocasión los comportamientos propios del grupo…” podríamos
concluir que lo expuesto permite vivir el lenguaje y apropiarse de él.
Pero volviendo a la organización de
grupos flexibles podríamos pensar en las palabras de escritas por Delia Lerner
y otros: “Decir que en las aulas las formas comunican contenidos implica asumir
que la situación didáctica, como forma particular de presentación de un saber,
requiere ser estudiada cuidadosamente. Supone preguntarse realmente qué es lo
que se está comunicando,…”
El relato sigue…
La coordinadora del ciclo asignó cada nivel de acuerdo a las
características personales del docente, explicitando a cada uno las mismas a
fin de potenciar en cada maestro aquellas cualidades facilitadoras para
implementar el proyecto en cada nivel.
Así fue. A modo de ejemplo (Anexo 1) organizamos y escribimos criterios a
tener en cuenta para agruparlos y
posibles actividades:
Anexo 1:
Criterios que nos llevaron a decidir quiénes formarían parte de cada grupo.
·
Escucha
a sus compañeros.
·
Espera el turno para hablar.
·
Relata
en forma ordenada.
·
Justifica
su opinión-
·
Habla
en vos alta.
·
Detalla
lo que cuenta.
·
¿Pregunta
cuando tiene dudas?
·
¿Se
anima a preguntar o es tímido?
·
Distingue
realidad de fantasía
·
Opina sobre los temas que se están hablando.
·
¿Habla espontáneamente o hay que pedirle o estimular su
participación?
·
Monopoliza
la palabra.
·
Se expresa con oraciones completas que den la información
necesaria para ser entendida la idea.
La toma de decisión de quiénes formarían parte de cada
grupo fue compartida por los maestros y la coordinadora del ciclo. Inicialmente
con mayor preponderancia del punto de vista, de la docente que tenía al alumno
en su grado. Con el correr del tiempo y a medida que los docentes se
interiorizaban en los alumnos del grupo (A, B o C) a cargo, las opiniones eran
más compartidas y se veían enriquecidas las pertinencia o no de cada alumno al
grupo asignado.
El primer día que se hizo la primera actividad:
·
A los chicos les explicamos que íbamos a trabajar una vez
por semana dos horas todo el primer ciclo, mezclados los de primero, segundo y
tercero y que por un tiempo íbamos a trabajar en esos grupos con la señorita
que les toque.
·
El objetivo de la primera actividad era integrar a los
chicos dentro del grupo, que se conozcan, entren en confianza entre ellos, y
con la docente, quién también tenía que conocer a alumnos que no tenía en su
grupo de origen.
·
La actividades pensadas fueron diversas, pero cada
docente eligió la que consideraba iba a ser la más oportuna así quedaron:
GRUPO 1: (maestra de segundo grado + maestra bibliotecaria)
Debían traer su juguete favorito y contar
porqué lo era.
GRUPO 2 (maestra de segundo
grado +coordinadora del ciclo)
Se rotaba una
“pelotita de colores” y al que le
tocaba, mientras la tenía, debía
contar al resto de sus
compañeros, qué color era su favorito, comida, equipo de fútbol,…
GRUPO 3: (maestra de primer
grado + maestra recuperadora-rotaba según donde trabajasen los niños que
necesitaban apoyo-)
Jugaban a un juego similar al “jugando al huevo
podrido se lo tira al distraído…” y se
iban presentando-
|
En la reunión de ciclo, posterior a esta primera vez, pensamos sobre:
·
Aquellos que
pensábamos que no escuchaban, resulta que sí escuchaban
·
La oralidad: ¿se
enseña?, ¿es fruto de la experiencia como hablante?, ¿influye la cultura de
origen? ¿hay culturas que hablan menos? Las respuestas vendrían con el
transcurso del tiempo, también nosotras teníamos nuestros tiempos.
·
En ningún momento
se cuestionaron ni desde los chicos ni desde los padres los agrupamientos
realizados ni la pertenencia a cada uno de ellos, fue tomado con naturalidad
desde el primer momento, se respiraba en el ambiente un trabajo responsable y
elaborado, lo que no quiere decir que teníamos ciertas incertidumbres como:
cómo organizar días y horas, los profesores curriculares también tiene otros
grados y no concurren todos los días a la escuela, los días y hora en que se desarrollaba la
“ciclada”. Generaba cierto malestar en otros compañeros de otros ciclos, eran
los más chicos y se trasladaban de un aula a otro para ir al grupo que les
correspondía en esas horas y no lo hacían de manera muy silenciosa.
¿Nos poníamos exquisitas o jerarquizábamos nuestra labor?
Luego de evaluar el primer encuentro “pulimos” lo organizado ya pensando en
focalizar en el proceso que se tenía que ir dando, con una lectura más
comprensiva del Diseño Currricular en lo que se refiere a Prácticas del
Lenguaje.
Elegimos trabajar los siguientes quehaceres:
Quehaceres del hablante y del oyente
1.
Exponer
·
Ponerse en el lugar de auditorio
·
Organizar lo que dirá seleccionado los aspectos que
resulten más importantes para comunicar en función del propósito
·
Mantiene el hilo de lo que se está exponiendo y retoma el
hilo si se pierde
·
Adecua la exposición al tiempo disponible resumiendo,
evitando digresiones, centrándose en lo fundamental
·
Cede la palabra a un interlocutor en el momento adecuado
·
Hace preguntas sobre el tema, pide aclaraciones, aporta
ejemplos
·
Escucha con atención una exposición directamente o a
través de los medios
·
Anticipar lo que se va
a decir
2.
Discutir
·
Elige el orden de lo que va a decir
·
Realiza propuestas para centrar la discusión
·
Escucha con atención las intervenciones de los compañeros
y en función de ellas decide intervenir ( acuerda, desacuerda, refuerza
opiniones )
·
Argumenta para persuadir al compañero ejemplificando,
ofreciendo contraejemplos, ofreciendo pruebas, justificando la argumentación
·
Define la intencionalidad. Diferencia hecho de opinión.
3.
Narrar
·
Organiza los sucesos que relatan, estableciendo
relaciones causales y temporales
·
Reorganiza la secuencia de los hechos para que otros
puedan interpretarlos
·
Elige los hechos que puedan resultar ininteresantes para
los oyentes
·
Elige personajes, diálogos, sensaciones, en función del
efecto que se desea provocar en los oyentes.
·
Escoge un momento culminante como cierre del relato
·
Narra frente a un auditorio amplio tratando de captar su
interés, caracterizar los personajes imitando con la voz o la entonación su
forma de hablar
·
Acelera o lentifica el relato con la intención de crear
suspenso o generar sorpresa en la audiencia
·
Gradúa el volumen de la voz para ser escuchado por otros.
·
Agrega u omite detalles para hacer más entretenido el
relato
·
Relata un dibujo animado o una película, lexicando la
historia
·
Escucha
atentamente narraciones para tratar de evocarlas
·
Pregunta al narrador por aquello que no está seguro de
haber comprendido bien.
·
Reconoce historias reales y relatos fantásticos como
diferentes formas de contar acerca del pasado
·
Dramatiza
textos narratives
4.
Comentar
·
Opina acerca de cómo una historia está contada
·
Extrae conclusiones a partir de lo leído
·
Toma posición frente a una noticia, una información, un
hecho, un tema de interés general.
·
Somete la producción propia a la consideración de otros,
requiriendo comentarios, sugerencias, consejos.
·
Comparte semejanzas y diferencias entre la propia
experiencia y la que e ha leído, entre distintas interpretaciones de lo que se
está leyendo
Y sobre estos (1, 2, 3,4):
·
¿qué
señales observar?
·
¿en cada actividad específica que se esperaba que el
alumno pueda realizar, o no; que conocimiento, habilidad, conocimiento previo
se ponía en juego?
·
¿era la actividad
adecuada para el grupo? ¿cómo nos daríamos cuento de ello?
Actividades que se realizaron:
ü
Dramatización de cuentos, traían ropa para disfrazarse.
ü Títeres
ü
Recreación de canciones elegidas por ellos.
ü
Descripción y presentación de objetos perdidos
ü Personaje favorito-
ü
Elaboración de diálogos espontáneas evocados por los
niños en los actos escolares
ü
Dramatización de comparas-ventas. Uso de billetes y
monedas.
Esta
actividad estaba organizada en circuitos,:
Grupo 1: organizaba en un aula un supermercado con
el nombre de productos y precios;
Grupo 2: organizaba los billetes y moneda
(cotillón) y entregaba al grupo 3 determinada cantidad de dinero para gastar
Grupo3: iba a comprar el grupo 1 (con precios
sugeridos, si era más caro y quería comprar los dejábamos), cuando se le acaba
el dinero podía ir al Grupo 1 a pedir,
pero no más de tres veces.
Cada Grupo estaba subdividido en subagrupamientos
de 4 alumnos como mucho .
Si bien era Practicas del Lenguaje el eje seleccionado, sin hacerlo en
forma intencional las demás áreas se fueron incorporando, estos nos obligaba a
avanzar en la mirada de los agrupamientos al observar que pasaba en los
procesos de construcción de aprendizajes: comparación de cantidades, valor
relativo de un número, no es lo mismo:
Sale $2
Quiero 2 postrecitos (envases vacios)
Me faltan $4
Me alcanza para comprar 4
Es más caro, es más barato.
Me faltan $2 o $0,20 ctvos.
La forma de resolver estas dudas y otras como:
Cuál es el número mayor o precio mayor, cuánto me falta
para un peso, cuánto me dieron de vuelto, cuánto vuelto doy, cómo escribir los
nombres de los productos en los carteles para los que todavía no eran
totalmente alfabéticos, qué dice en el cartel, va con “b” larga o “v” corta
Las resolvían ayudándose unos a otros, pasó a ser el
centro realmente el saber, la actividad convocante, la “autoridad” que
explicaba era ese compañero que me ayudaba pensar que sabía lo que todavía yo
no sabía, pero todavía, un todavía que se hacía cercano,.
En primer lugar me generó un fuerte entusiasmo, leer, contar se podía, y se aprendía, ese
saber experimentado quedaba dando vueltas a lo largo del día en los comentarios
de los chicos, en los juegos del recreo, era un proceso que no terminaba en la
actividad misma de grupo de la ciclada, continuaba tomando otras formas, otros
números, otras palabras en el grado. Iba hacia adelante ese conocimiento vivido
en la ciclada, tomando vida propia en cada grado y en cada chico. Porque los
alumnos pasaron a formar parte ACTIVA en este proceso de aprendizaje, porque
simplemente se relacionaban con el “objeto de aprendizaje” (sea cual fuere)
desde otro lugar, desde su propio punto
de partida, no el de otros; desde sus procesos no el de otros, pero SI donde
otros era agentes de conocimiento de crecimiento. El maestro no desaparece
simplemente se corre para dejar lugar a que otras cosas pasen, pero
interviniendo para que pasen.
Otras
actividades:
ü
Búsqueda del tesoro perdido, actividad desarrollada en el club con participación de padres,
docentes
ü Elaboración de cuentos grupales
ü
Visita a la Feria Municipal itinerante, que se instala
los días martes, en la plaza que está
frente a la escuela.
ü
Entrevista: preparación previa, preguntas que surgían en
el momento.
ü
Puesta en común al finalizar la actividad en pequeños
grupos y grupos grandes para sacar
conclusiones
YA HABÍAMOS INCORPORADO UN DÍA MÁS POR SEMANA DE DOS BLOQUES.
Lunes de 8.20 hs a 935hs y Miércoles de 9.50 a 10.30/ 10.40 a 11.10
4.Otras cosas
empezaban a suceder,
Los alumnos del primer ciclo no se separaban por grados, no se ignoraban,
por el contrario, ya en los recreos, jugaban mezclados los tres grados y hasta preguntaban ¿hacemos
hoy la ciclada?; más una vez esas ganas de volver a juntarse con los otros, les
hacía sacarse el guardapolvo, acuerdo al que habíamos llegado los maestros-
Este sacarse los guardapolvos en realidad había nacido desde un niño: ¿nos
sacamos el guardapolvo?. Me pregunto si
habrá querido decir: ¿nos sacamos el grado? Ese grado que limita, encasilla.
Era un momento de todos, del ciclo como una unidad, donde todos era cada uno
con sus individualidades tenidas en cuenta. Y sin ellos saberlos, al servicio
del otro, de un aprendizaje que se hacía explícitamente desde la intención
didáctica, un aprendizaje cooperativo.
¿Qué se resiste: lo personal y lo
profesional?
El equipo de conducción en ese momento no estaba totalmente de acuerdo
situación que me ponía aún más en un lugar incómodo. ¿Resistencia, miedos,
protagonismo, inseguridades,…? Posiblemente todo eso y mucho más pasaban en el
interior de cada docente de la escuela que veía mis ansias por implementar la
propuesta. ¿El costo? Almorzar sola en el aula durante un mes. Hoy a la
distancia sé que no fue algo personal,
la intencionalidad tenía que ver más bien con una manera de resistir, una
condena ideológica.
Haciendo una lectura de lo vivido y habiendo tomado distancia le otorgo un
nuevo significado, desconfianza ¿para quién se hacía?, ¿para qué? , ¿Por qué
cambiar la formas de organizar a los chicos y los aprendizajes? ,¿Cuánto había
que planificar?¿más trabajo? ¿En qué momento leer alguna bibliografía? ¿Habría
expresado el por qué me parecía importante e interesante la propuesta? ¿Habría
escuchado realmente qué pasaba en los otros que se posicionaban en un NO
rotundo y a veces hasta ofensivo? ¿Se jugaban realmente argumentos pedagógicos
de ambos lados? ¿Qué supuestos y preocupaciones se ponían en juego acerca de la
escolarización? ¿Estaban queriendo comprender más a fondo que se proponía con
la ciclada? y no lo podían expresar de otra manera? ¿Sentían que iban a ser
dominada su libertad de planificar, de seleccionar contenidos, modos, ¿formas
temas a trabajar?¿se ponía en juego el temor a la dominación? También le
llegaría a ellos esta modalidad? ¿Para qué? ¿Quién y por qué la imponía?
Quizás lo que subyacía era que se pondría en duda un valor colectivo de los
docentes de las propias prácticas, que parecían ser cuestionadas, porque
modificarlas, ¿no habían dado resultados hasta ahora? La modificación del Marco
Normativo- Diseño Curricular- que venía a cuestionar implícitamente, las
prácticas incluidas en la escuela hasta el momento.
De a poco y al ver lo que sucedía en los chicos, la alegría de juntarse y reconocerse “vos sos de
mi grupo en la ciclada”, algunos padres que preguntaban de qué se trataba, los
hijos contaban en sus casas, cuánto aprendía, la palabra de una mamá en una
reunión de padres expresó, “no me imaginé que mi hija iba a prender tan pronto
a leer y escribir”; que iba a contar tantas cosas y si los chicos querían
contar tenían que contar como expresa Martha Salotti en un poema de autoría “Su
pensamiento” :”Hora es pues de dotar a la escuela de vida, pero de vida
propia..” “…La escuela debe mirar a la lengua como instrumento de acción, viva,
rica, flexible, cambiante, excitante del pensar y del hacer”
Las reuniones de ciclo ya no eran una obligación cuyos temas a tratar se
centraban en los “casos problemas”, las notas del boletín ¿le pongo regular o
espero? Y ¿esperar qué? Un milagro, la palabra mágica que produjera el gran
aprendizaje. Empezaron a ser espacios de reflexión de consulta y muchas veces
ganas del encuentro con un “no lo puedo creer, cómo participó, lo que hizo al
referirnos a los niños y es que podían y no fue un pase mágico fueron nuestras
propias zonas de desarrollo próximo que hacían al momento de planificar
alcanzar una mirada más comprensiva de lo procesual del aprendizaje al tener
que secuenciar, diferenciar actividades acorde al nivel con el que trabajábamos
pero no lo hacíamos con en soledad el otro docente era mi andamiaje, las
palabras de David Perkins. Las personas piensan y recuerdan socialmente, por medio del
intercambio con los otros, compartiendo información, puntos de vista y
postulando ideas. ¡El trabajo del mundo se ha hecho en grupo!”…”El
remanente del pensamiento —lo que se aprendió— se encuentra en la mente del
alumno y también en la disposición del entorno. No obstante, se trata de un
aprendizaje genuino. El entorno, en un sentido real, sostiene parte del
aprendizaje.” [6] podemos decir las vivamos en cada encuentro formal o no
al compartir lo vivido en la hora de la ciclada.
En una de las reuniones de ciclo con la coordinadora decidimos de a poco
socializar a los demás docentes de la institución de qué se trataba. El
explicar a los demás nos llevó a aclararnos más a nosotras mismas y reflexionar
sobre lo que estábamos haciendo. Ésta inquietud, más la necesidad de tener
indicadores claros, nos llevó a organizar nuestras ideas en el siguiente
cuadro:
No
es
|
Es espacio de reflexión sobre:
|
Taller
de teatro
|
Lo que no pueden expresar
|
Técnica
de grupos
|
Lo que pueden expresar, cómo lo expresan
|
Taller
de narración
|
Sobre que entienden de lo que escuchan
|
Taller
de expresión corporal
|
Tomar conciencia por medio de la palabra oral del acto
de pensar
|
Taller
de dramatización
|
Por la palabra se elabora en forma integral los datos
que envía cada sentido
|
Consejo
Escolar
|
El amino del pensamiento de ad alumnos a través de su
expresión oral.
|
Taller
de juegos
|
Qué posibilidades tenemos de romper espacios y
movilidad de docentes y alumnos para lograr una expresión más espontánea
|
Taller
de lectura
|
El trabajo facilitador de la tarea en equipo y el
acompañamiento de pares
|
Taller
de oralidad
|
Cómo evaluamos la tarea realizada a partir de la
reflexión conjunta
|
En relación a lo que ubicamos en la columna “no es” queremos destacar que
sí fueron recursos que utilizamos para poner en marcha la organización ciclada
en un primer momento ya que permitía un gran desarrollo de la oralidad ya que
creemos que esta se construye desde el hacer.
Comenzamos trabajando dos horas en bloque, una vez por semana, tratando de
romper con la estructura del aula, y de la rutina diaria (simbólicamente se
sacaban los guardapolvos en el momento de la ciclada buscando otros espacios
dentro y fuera de la escuela, para que estas variables permitan implementar
actividades que respondan al espíritu de la propuesta.
Se afianzó la modalidad de trabajo en pareja pedagógica, no ofreciendo
mayores dificultades sino en realidad dando tranquilidad por poder tener una
mirada conjunta ya que el trabajo que se empezaba era inédito y no había
bibliografía que lo sustentara.
Era necesario una toma de decisiones continua ante este nuevo desafío por
lo cual los momentos de reunión fueron más numerosos, algunos en forma
sistemática y otros no.
La actividad cotidiana terminó de confirmarnos que el trabajo no se
limitaba a Prácticas del Lenguaje, sino que la oralidad involucra todas las
áreas.
Lo que se puso en juego posiblemente fue algo más que un recorte de áreas.
Ese “algo más” fue la transformación
desde la práctica y la reflexión de la concepción de la enseñanza y el
aprendizaje que fuimos experimentando los maestros. El centro de nuestras
prácticas eran esos niños del”aquí y el ahora”; superamos la mirada de conjunto
para ver el grupo y más que ello, diría equipo de trabajo, porque no había
jerarquías y sí mucho compartir y colaboración.
Tal punto fue la pertenencia, que un día decidieron ponerle nombre a los
grupos y…
¡Cada uno tenía un equipo con nombre y todo!
En una ocasión compartimos lo trabajado hasta el momento con el EOE,
quiénes manifestaron la adhesión a la focalización realizada (oralidad), ya que
generalmente estaba relegado en las prácticas cotidianas, confirmaron la
importancia del desarrollo de la oralidad en la evolución de los procesos
cognoscitivos.
Dificultades de los primeros momentos:
Determinar que tipo de actividades serían las adecuadas para lograr
expresarse con fluidez, espontaneidad, claridad, coherencia. (Anexo 1 y 2)
Cuál sería la adecuada intervención del docente para que se dieran estás
condiciones.
Cómo evitar el monopolio e las palabras por determinados alumnos.
Respeto por las variedades lingüísticas.
Variedad de situaciones para que se contemplen las distintas formas de
interacción que se dan en diferentes situaciones con diferentes propósitos, con
diferentes interlocutores, en contextos formales y no formales
Distribuir los tiempos de tal manera que se pueda no sólo usar el lenguaje,
sino reflexionar sobre él ya sea en forma individual como grupal.
Cómo y qué evaluar en la marcha del proceso.
Los chicos entendieran el objetivo de este agrupamiento, de este nuevo
espacio, y de esta nueva propuesta
Cómo salir de la propuesta frontal del docente para establecer redes
variadas de comunicación
5. ¡Invadimos la
Feria!...
En la propuesta del recorrido por la feria itinerante instalada frente a la escuela. Allí se iban a
realizar entrevistas, búsqueda de información, etcétera. Se trabajaron
distintos bloques de Conocimiento del Mundo, Matemática, Practicas del
Lenguaje. Finalmente con el devenir de la propuesta se incorporó la mirada desde el área de
Plástica, en virtud de la decisión de
cerrar y evaluar el recorrido realizado en el año con la realización de
murales por parte de cada grupo cuyo tema era:” La Feria”.
Recordamos esta actividad por muchos motivos, como esclarecedora de que
estábamos haciendo o mejor dicho, a qué nos habíamos animado, qué puertas
habíamos abierto… No eran sólo las de aula, habíamos abierto en forma más
consciente, toda nuestra historia como docentes desde el vínculo con nuestros
pares hasta la relación con alumnos de nuestro grado, de otros grados del
ciclo, con la forma de vincularnos con la conducción, la coordinación, con los
capacitadores del Cepa.
Cuando iniciamos la planificación del proyecto “La Feria”, tuvimos en
cuenta los contenidos que podían ser abordados desde distintas áreas. Pensar en
una secuencia didáctica para cada contenido y para cada ciclo, no era algo
fácil de concretar. Sabemos que cada área tiene características específicas a
tener en cuenta, fue entonces que pedimos la participación de los profesionales
del Cepa (Mónica Carozzi). Prontamente respondieron a nuestras demandas
específicas, reflexionando a nuestro lado y acompañándonos a tomar decisiones
didácticas, lo que en la historia de nuestras instituciones no era común,
aunque si era lo ideal.
Generalmente las capacitadoras venían con su itinerario muchas veces lejano
y ajeno a la práctica cotidiana:
sorpresa para nosotras¡ No!. Recuerdo que después nos preguntábamos ¿cuando
vuelve Mónica?... Acaso era contar lo que habíamos realizado al igual que
nuestros alumnos al regresar al aula después del bloque de la ciclada.
A partir de lo implementado y de los registros realizados se tomaron
decisiones coyunturales. El clima de trabajo fue intenso y con mucho diálogo,
lo que permitía avanzar y reformular tiempos y
espacio, ajustes realizados en
tipo de actividades, en escasas oportunidades se modificaron la
conformación de los grupos.
¿Qué significaba intervenir significativamente en la reflexión?
“Cuando el maestro actúa como un buen interlocutor contribuye al
pensamiento del otro permitiéndole reflexionar sobre su discurso, ser
consciente de las incoherencias que presenta, de las preguntas que suscita y de
las dudas que sus palabras crean, haciéndole ver la necesidad de ampliar,
especificar o sintetizar sus ideas” ( Pág.14, Revista Aula de Innovación
Educativa Nº 65)
¿Qué tuvimos en cuenta al plantear actividades comunicativas? Pautas:
Escucha y habla son dos caras de una misma moneda en esta conversaciones de aula .
Las preguntas directas inhiben, en lugar de abrir a la comunicación la
cerraba (primeros encuentros)
Dinamizar la clase implica un modo de gestión de las actividades de unos
modos flexibles y a la vez articulados.
El docente también actúa como modelo para la recepción a través de su
actitud como oyente activo que muestra auténtico interés por el receptor a
través de la mirada, de actitud general o de sus réplicas en la medida que se
relacionaban directamente con el tema.
Ayudas exteriores y entrenamiento específico para tener un resultado
coherente y cohesionado adaptado a la
relación entre quién habla y quién escucha
¿Qué teníamos que tener en cuenta para intervenir en la oralidad?
ü
Intervenciones
pertinentes y además relevantes (que aporten novedades de interés al tema)
ü
Quién habla de la
información ,necesario, no más ni menos
ü
Ser ordenado en la
explicación, evitar la ambigüedad y lo confuso, ser breve.
ü
Paralelamente debe
suscitarse que quiénes escuchan pidan explicaciones o formule preguntas.
Es imprescindible el trabajo en equipo para encontrar una base común de
acción, útil en cada una de las situaciones de aprendizaje. No fue fácil al
momento de poner en práctica estas
palabras.El día que por primera vez entró la capacitadora de matemática del
CePA(Fernanda Pena) y propuso entrar a trabajar conmigo y con los alumnos, ¿ mi
primera reacción no fue un rotundo NO?”…-“ Si quiere charlamos en la hora
curricular”- fueron mis palabras, pero eso de entrar al grado¡ No!. Sentí que
me venían a observar, que mis falencias profesionales serían vistas.
Ese día comenzábamos en la “ciclada” con juegos matemáticos, con dados,
cartas,…y en realidad habíamos pedido el asesoramiento de la profesional porque
necesitábamos comprender con más claridad eso de “intervenir, mediar” para que
nuestros alumnos aprendan de la mejor manera posible, acaso no lo hacíamos?...En definitiva
expresaba la misma resistencia, miedos inseguridades (posiblemente
esperables) que mis colegas cuando llegó
la supervisora ese día de febrero a la escuela.
Al empezar a participar Fernanda Pena, ya que había llegado a la escuela
para formar parte, (insistentemente lo
logró), me invadió la sensación de
quedar desnuda y con ello expuestas aquellas partes de mi propio cuerpo con las
que me cuesta convivir. Mi hacer cotidiano iba a ser observado. La
vicedirectora, coordinadora del primer ciclo, no escuchando mi NO, en realidad
comprendiendo y haciendo posible lo necesario “a pesar” de, entró al aula, me
presentó con palabras y gestos de valoración al referirse a mi trabajo (modelo
que hoy tengo muy presente como coordinadora)
a Fernanda y con mi mejor cara de mal augurio continué con la propuesta
de trabajo que le había dado a los alumnos:
Título de la actividad:”Juegos de suma y resta”
Recurso: Dos dados de seis caras, lápiz y papel
Subgrupos: 4 alumnos
Objetivo: Gana el que obtuvo la mayor suma en dos vueltas seguidas.
Procedimiento:
Para el primer grupo: tirar los dados sumar, anotar los puntos y pasar los dados al
compañero.
Para el segundo grupo: (también con dos dados) La diferencia se presentaba
en el valor que se daba a cada punto del dado;
Para el tercer grupo se duplicaba o
triplicaba el valor sacado en la tirada y se anotaba.
En esta actividad de matemática, la forma de agrupamiento de los alumnos se
había modificado de la primera vez para trabajar en otras actividades que no
involucraban el quehacer matemático. Los docentes también habíamos rotado de
grupo, particularmente en Prácticas del Lenguaje trabajaba con el tercer grupo
y el Quehaceres de Matemática tenía a cargo el primer grupo.
Es decir no sólo la flexibilidad de agrupamientos se daba en los alumnos
sino también en los docentes de acuerdo a cómo nos sentíamos más preparados
para trabajar; y la opinión de lo que observaban los colegas y la coordinadora
del ciclo. Esto afianzaba también nuestra autoestima al comprobar que
“podíamos”, que nuestra identidad profesional también era reconocida, podíamos
intervenir, interpretar esos proceso de aprendizajes y favorecerlos, nuestros
puntos de partida como docentes eran tenidos en cuenta, nosotras podíamos con
la famosa “otredad” nuestra y comprender la de nuestros alumnos.
Sí, descubríamos otras prácticas que daban
nuevos significados y que eran posibles. Una escuela, un aula
colaborativa, integradora, escuela, aula e inmigración, flexibilidad, El gran desafío, crecía. Nos dábamos cuenta
que no era cuestión de trabajar una o dos veces por semana, que cuando
volvíamos aula los alumnos tenían necesidad de contarlo que habían hecho: “seño
sabe que leí; pude escribir un cuento; conté hasta 500; hice sumas difíciles;”
Los que “no hablaban” empezaban a contar y los que siempre contaban empezaban a
escuchar, a veces sin reconocer lo que escuchaban. Fragmentábamos lo procesual
sino retomábamos en el “aula” lo trabajado en la “ciclada”.
Los canales de “propaganda” eran los
mimos chicos dentro de la escuela, muchas veces los hermanos de los grados más
grandes en el recreo se asomaban al aula a mirar el pizarrón: “mirá lo que
hicieron” y se acercaban con la pregunta obligada: Señorita Adriana ¿por qué no
nos enseñó todo eso cuando estaba con nosotros? Y cómo explicarles: no sabía
que podíamos los maestros y podían más Ustedes, no nos atrevimos, ..; cuando no
cuestionaban: ¿nosotros vamos a hacer la ciclada? En realidad eran
incertidumbres.
Quehacer Matemático, una construcción de sentidos
Volver a la lectura de la propuesta desde el Diseño desde la acción era
saber que posibilitábamos que la apropiación de contenidos parta no de una
memorización, sino de una construcción de sentidos dados por respuestas a ciertos problemas donde se ponen
en juego herramientas que permiten resolverlos. El trabajo en grupos es una
condición sumamente beneficiosa para confrontar, argumentar, probar,
reflexionar sobre ellos. En el aprendizaje en soledad, sin la perspectiva
cuestionadora del otro, es difícil el progreso cognitivo. “...Será necesario
ofrecer otras instancias en las que se analicen tales conocimientos, en las que
los alumnos deban explicitar las relaciones establecidas, intentar dar cuenta
de su validez, analizar y reformular producciones erróneas, confrontar sus
producciones y/o afirmaciones con otras, identificar los saberes matemáticos
vinculados con los conocimientos que han elaborado. En pocas palabras, desde
esta perspectiva, la apropiación del sentido de los conocimientos matemáticos
se basa en la resolución de problemas y en la reflexión en torno a ellos”.[7]
Las mismas autoras sostienen: “Supone también una concepción acerca del
sujeto que aprende: un sujeto activo, que construye sus conocimientos en
interacción con el medio social y que, en el caso particular de la actividad
escolar, elabora conocimientos adaptándose a un medio didáctico...” y Graciela
Chemello agregaría: “...Las técnicas didácticas necesarias para generar una
actividad matemática en el aula como en un laboratorio de investigación no sólo
se refieren a los conjuntos de situaciones didácticas para tratar la obra
matemática a enseñar, los materiales necesarios para su desarrollo y
evaluaciones pertinentes; incluyen también la posibilidad de realizar
efectivamente una gestión del conocimiento en el aula acorde con las pautas
planteadas.”[8].
Lo antedicho vuelve a un tema fundamental en la propuesta que es la
autogestión del aprendizaje, pero que no se da en soledad o sin la intervención
docente que genere condiciones para que se produzca conocimiento.
Acorde a estas pautas, la propuesta ciclada apuesta a un niño que lo
concibe activo, en dialogo con sus acciones (sea esto consciente o no), el
diálogo con el otro, con el objeto de aprendizaje, en este caso el saber
matemático, en contexto reales, del “hacer”.
Un docente conocedor de que, en matemática como en otras áreas de saber, el
docente no se dirige a un niño que será matemático, ni al conocimiento
matemático que tiene el alumno para reforzarlo, profundizarlo, sino a
estructuras, mecanismo de funcionamiento que son inconscientes en el niño y a
veces en el propio docente. Pero,
conocedor de esta realidad operará modificando situaciones, a fin de disparar
la actividad organizadora y estructurante del niño.
Las dificultades surgen de otra realidad que nos invade a los docentes y es
la evaluación, es el dar cuenta de qué aprendieron, qué podemos acreditar que
enseñamos y aprendieron par un colectivo que quizás no comprenda totalmente el
párrafo anterior.
Había que evaluar y completar boletines: promovió, aprobó, logró,
trabajaremos más en…Éste es otro
capítulo de la historia y a decir verdad nada menor, como lo fue “la ciclada y
el cuaderno de clase”… ¿Por qué no trabajar con él cuando actuábamos con los
grupos flexibles de aprendizajes o niveles? o mejor… ¿en qué oportunidad sí y
en qué oportunidad no?, ¿Seguíamos fragmentando dispositivos, procesos,
recursos, estrategias…?
Al incorporar el cuaderno de clase integrábamos la actividad escolar, era
un recurso que al volver al grado de origen, permitía no sólo a los niños sino
también a los docentes de recuperar lo trabajado e integrar en ese grado la
tarea realizada en los otros grupos de trabajo. Así el aula se enriquecería,
con otros lenguajes de pensamientos construidos en otros espacios. Al ver
observar los cuadernos y las estrategias de sus alumnos para comunicar
lo que había quedado en las actividades que mostraban era una instancia más de
aprendizaje y a la vez de evaluación. Se resignificaba el lugar del cuaderno de
clase, con comentarios de los niños como:
-No me acuerdo…
-ah! espere que lea.
Mire lo que hicimos… y ponía palabras donde había anotaciones de números
pero que no explicaban lo realizado.
Mirá los números que usó o hizo cuentas de grandes, se decían, cuando en
los más chicos aparecían escritos esos números grandes, prohibitivos para
ellos.
Daniel Brailovsky, en su texto: “Objetos que hablan…” expresa (Sacchetto
-1986-) sostiene que los objetos escolares como los cuadernos de clase son
portadores de “huellas” que guardan relación con ideologías, valores, y
posicionamientos pedagógicos. Pasaban a formar parte de la “ciclada” a estar
cada vez más íntimamente ligado a ella.
Volviendo al texto de Daniel se podría reflexionar sobre éste objeto en el contexto de la
experiencia narrada:
“Si la experiencia escolar, superficie subjetiva de la cultura escolar,
éste hecha de prácticas y de representaciones, preguntarnos ¿qué conjunto de
prácticas involucran a los objetos? ¿cómo los objetos
construyen y son depositarios de significados alrededor de los saberes
escolares, la autoridad de los maestros, las posibles identidades de alumno?
¿Qué objetos definen (porque lo acompañan, lo rodean, lo sostiene) al “buen
alumno”? los significados que portan los objetos interactúan con su carácter
propiamente escolar”
¿Qué posibilitó este cambio? ¿Daba
un plus el implementar la ciclada? Pensamos que sí, en ese momento, fue como un
hito en nuestro proceso de trabajo, el venir leyendo, hablando sobre cómo
intervenir para que los chicos puedan más y mejor de acuerdo al punto de
partida de cada uno; el empezar a escucharnos y valorarnos como profesionales a
nosotras mismas, lo que decíamos tenía sentido, valor… Ellos podían más y mejor
y nosotras también.
Una de las actividades de evaluación
para el proyecto de la Feria Municipal, fue que los alumnos expresen por
medio del dibujo lo vivido en esa oportunidad. Pintaron murales en papel afiche. Formábamos pareja
pedagógica en esa oportunidad con la profesora de Educación Plástica
,quién me llama y refiriéndose a un niño
de 3er. Grado me sugiere que tendría que estar en otro grupo trabajando, con otra secuencia ya que su uso del espacio no
era organizado, pero sobre todo no aceptaba o no podía acordar con su subgrupo
el trabajo a realizar, dado sus características y la de los otros niños.
¡Nuevamente una mirada diferente!
El formar parte en forma comprometida con la tarea de mi compañera,
nos dio la oportunidad de modificar,
flexibilizar los agrupamientos con criterios más integrales en pos de
dar una mayor posibilidad de aprendizajes.
Flexibilizábamos opciones, decisiones, no era el alumno de tal o cual
maestra todos nos comprometíamos con cada niño en las cosas más cotidianas:
observarlo, entenderlo, dar otras posibilidades, con otros puede y puede
más,…Podemos decir que se iba produciendo una distribución social de la
cognición el los maestros, se distribuía más allá del propio organismo como
formula Roy Pea, abarcando así a otras personas, apoyándose en medios
simbólicos y aprovechándose del entorno y de los artefactos. El flujo de
información que iba entre maestra y
maestra no hacía más que confirmar que “sólo no puedo” con otros es mejor. La “pericia” estaba empezando a ser un trabajo de conjunto, el aprendizaje
humano es una tarea social y nuestro aprendizaje sobre cómo mejorar la
intervención a favor de los procesos de aprendizaje lo estaba siendo y esto
como un efecto dominó lo íbamos permitiendo y provocando deliberadamente con
nuestros alumnos, lo entendíamos porque lo estábamos viviendo personalmente,
sabíamos lo que podía pasar porque nos pasaba al encontrarse mi conocimiento
con el del otro, se formaba como dijo Andrés alumno de primer grado cuando le
pregunté que era la ciclada y me contestó: “son muchas inteligencias que todas
juntas forman una muy grande” sus palabras las acompañó no sólo con una hermosa
sonrisa sino también abriendo sus brazos para decirme cuán grande era.
Todo lo dicho se traducía en propuestas de aprendizaje más acotadas a las
necesidades de los alumnos según momento del proceso de aprendizaje, punto de
partida.Se traducía en participaciones generando un aprendizaje cooperativo
entre ellos: cada uno ponía sus mejores capacidades no para competir son el
otro, si para construir, mejorar. El docente dejo de ser centro del aula, el
centro eran ellos mismos en una situación de aprendizaje donde todos podían.
Santiago un niño muy simpático y movedizo, tenía grandes habilidades para
trabajar operando con el juego de dados. En su grupo uno de los niños Rodrigo
no tenía esa experiencia, mucho intenté de “intervenir adecuadamente” para que
evolucione positivamente a medida que se agregaban dificultades en el juego.
Santiago me mira y me dice: - Seño
¿querés que le enseñe? Santiago resultó ser un “guía” hizo de su
lenguaje un gran uso ayudando a reorganizar
y construir el conocimiento de su compañero. A su vez Santiago resignificó su
propio proceso ampliando lo con los controles lingüísticos que ponían en juego.
No dijo “con él no se puede jugar”, lo integró, en otras palabras expresó “a él
lo puedo ayudar porque puede aprender a jugar”
¡Podríamos decir que sin conocer a Vygostky apostó a la < Zona de
desarrollo próximo de su compañero,
En la reunión de ciclo posterior
cuando socializamos lo vivido en cada nivel tomamos conciencia de que estas
situaciones se repetían, entonces pensamos en la posibilidad de poner un
encargado de explicar en cada subgrupo los juegos o actividades a realizar.
Serían un incipientes andamiajes, : “...un soporte visible y audible…” (Cazden- 1991) Hablaban y escuchaban a sus
compañeros , desde ya con la mirada del
docente atento a acompañar este rol asignado. Un adolescente con sus
expresiones de hoy diría ante una situación así: ”no es mucho” ( me parece que le sacaría esta frase... para
qué?)
Estos “elogios del encuentro”, estos “algo más está sucediendo “sucedían
pero no sólo en nuestra escuela. Cuando sistemáticamente nos juntábamos las
maestras de distintas escuelas a compartir el recorrido que íbamos haciendo, en
la sala de usos múltiples del Distrito Escolar 14° conocida como SUM ,
repetíamos lo mismo. Los proyectos eran otros, las formas de agrupar, los
contenidos, pero no lo vivido. Lo más importante era que en esas reuniones
éramos todas maestras de grado reunidas con la Supervisora, integrantes del
EOE, capacitadores del CePa, conocíamos todos de qué se hablaba, y “nosotras,
la maestras, teníamos la palabra, era valorada nuestra palabra” ( también le
daban la palabra al alumno!!!
La mirada del “otro” se hacía presente para acompañar, rectificar y hacer
crecer las imágenes, las formas, las representaciones.
Unos de los temas que fuimos
aclarando en esas reuniones fue el concepto de agrupamiento y justificación de
una flexibilización:
Pensarlos en función de que vehiculicen aprendizajes significativos
Los interlocutores del proceso de aprendizaje se amplían, diversifican por
lo tanto enriquecen
(docente –alumno) (alumno-alumno)(docente-docente)
Los contenidos a trabajar son heterogéneos y tiene su especificidad y
actividades acordes
El trabajo en grupo, la interacción (como vimos) fomentan la
sociabilización y la cooperación
Necesarios para atender a los diferentes niveles y ritmos de aprendizaje
El compartir la responsabilidad de los resultados de los procesos de
enseñanza y aprendizaje por todos los docentes del primero ciclo; de la promoción del grado de cada niño, ayudó
a erradicar la ”culpa” de los “no” aprendizajes,.
No se habló más del niño con atributos como: lento, no
participativo, atrasado, el alumno que
molesta. Ya no preocupaba esto, porque no había culpas, ni a quién
atribuírselas. La voz que nos decía lo
correcto y lo incorrecto se había modificado, el mensaje era otro, las normalidades
y los estándares desaparecieron porque se apostó al “entre todos podemos” y al “niño
concreto”, ayudándolo con esta forma de organizar la tarea.
¡Qué privilegio! Vivir la misma revolución de sentidos desde otro lugar!
6.Volver a ese Pedro que se
perdió la Revolución
Hoy volver a ese Pedro que se perdió la Revolución desde la narrativa de
la experiencia se hace complicado.
Un tiempo muy diferente el que me tocó en el 2002 como maestra de grado,
con estabilidad del personal, con pertenencias de los equipos docentes sin
desarraigos, con algunas seguridades cotidianas necesarias para poder
construir.
Querer hoy implementar la propuesta ciclada, en el año 2009, en medio de
una realidad del sistema educativo de la Ciudad de Buenos Aires con tantos
cambios de personal, variaciones de equipos de conducción, es muy trabajoso.
Sin tiempos para conocerse, para
construir -se con los otros no ayuda, pero empezar a generar los espacios,
dejar la inquietud, la posibilidad es mucho.
Las palabras de una de las docentes me animó,
¡quién dice que todo está perdido!
Patricia maestra de Danza, que fue parte de ese Pedro, da cuenta de ese
Elogio del encuentro, de ese Algo empieza a suceder:
¡Hola Adri!
Lo que puedo decirte sobre el área de Danza es que fue
muy rico y positivo integrar los contenidos trabajados en clase a un espacio
escénico, sumado al trabajo en conjunto con las otras áreas.
La posibilidad de intercambio entre niños de diferentes grados en una producción grupal, y el ver cómo se fueron apropiando del Lenguaje y de la propuesta, hizo que disfrutaran la preparación y la muestra en el día del acto.
Lo que se vio sintetiza, en principio el haber trabajado los docentes en una propuesta clara de integración de Lenguajes, pudiendo de esta manera compartir y enriquecernos con los aportes y las miradas de cada uno.
Fue importante el punto de partida y aún con todas las dificultades que se nos iban presentando, se logró un trabajo en equipo, una producción en conjunto, en la cual cada área tuvo su espacio de protagonismo y a la vez de interacción.
La posibilidad de intercambio entre niños de diferentes grados en una producción grupal, y el ver cómo se fueron apropiando del Lenguaje y de la propuesta, hizo que disfrutaran la preparación y la muestra en el día del acto.
Lo que se vio sintetiza, en principio el haber trabajado los docentes en una propuesta clara de integración de Lenguajes, pudiendo de esta manera compartir y enriquecernos con los aportes y las miradas de cada uno.
Fue importante el punto de partida y aún con todas las dificultades que se nos iban presentando, se logró un trabajo en equipo, una producción en conjunto, en la cual cada área tuvo su espacio de protagonismo y a la vez de interacción.
Patricia
Pero ahora estaba coordinando. Tratando de tomar un aprendizaje vivido,
para recrearlo, y integrar a otros. Tomando la posta.
Valorizar la capacidad de trabajo, de construcción de saberes de los niños,
de descubrir, de aprender con placer, de aprender con un trabajo sostenido y
dedicado, cuando el ambiente que lo rodea, las propuestas que se presentan, en
síntesis las condiciones de aprendizaje y de enseñanza juegan a favor de su
recorrido por la escuela primaria. Y en palabras de Antonio Huertas“…lo que más
motiva el aprendizaje es la experiencia de aprender. Las tareas a medias
generan frustración y falta de aprendizaje, también imposibilita el aprendizaje
de estrategias de metaconocimiento”[9]
Finalmente las palabras de Patricia hablan de cómo impacta en toda la
comunidad educativa tratar de proponer nuevos escenarios, que rompe con la
estructura fija y rígida de la escuela.
7. Queda mucho por
decir, para empezar a volver a pensar…
Si se quisiera definir en qué consiste la propuesta, sintéticamente
podría decirse que es pretender que no se fragmenten los procesos de enseñanza,
y de aprendizaje.
Tradicionalmente desde las prácticas docentes, culturalmente
establecidas, avaladas por los curriculum vigentes- cuando éstos fueron
redactados- los contenidos, tiempos destinados a su adquisición o a su
enseñanza fueron planeados desde una graduación de larga data, que respondía
más a cuestiones normativas, administrativas que a las inherentes a un de lo
procesual, de los puntos de partida, estilos de aprendizajes y sobre todo
tiempos individuales para enseñar y aprender, no “aislados”. Pero para que esto sea sostenible y válido, los modos de
trabajo de los docentes tendrían que ser compartidos, no sólo desde la mirada a
los procesos de aprendizajes, sino también los de enseñanza, toma de decisiones
y primordialmente la responsabilidad compartida sobre los procesos,
resultados,...
La “educabilidad” es esta posibilidad de ser educado,
lo que implica, en otras cuestiones, cuáles serían las condiciones para que ésta
se dé y evitar el tan mentado fracaso
escolar. Fue un tema de sanas discusiones, que
entrañaron cuestiones más profundas que la misma noción de subjetividad,
o concepción sobre el desarrollo, cuestiones políticas, y también tradicionales
en las prácticas educativas, que condicionan la posibilidad de ser educado,
como un método único, una arquitectura del sistema en la escuela común rígido,
extraño y lejano al verdadero acto pedagógico que parecería ignorar al niño
concreto que tiene frente a sí. Por
decirlo de alguna manera, y somos seres cada uno con su identidad,
personalidad, capacidad de ir construyendo junto con otros, mantenernos, con
otros, a la vez aislados sería neurótico, si englobámos a todos unificando
tiempos, posibilidades, estrategias y demás seríamos hasta necios.
La educabilidad, nos abarca a todos, de distintas
maneras, ni mejores ni peores, distintas, lo que implica formas de acceder al
conocimiento, tiempos de evolución y modalidades diversas. ¿Por qué entonces
empeñarnos en seguir unificando y uniformando el “alma del estudiante”?
Testimonios de los distintos actores involucrados
Los testimonios que se transcribirán a continuación pertenecen a docentes
del primer ciclo de la educación primaria.
Es sabido que, estimulando el intercambio, valorando la espontaneidad de
los argumentos, las decisiones que toman
los niños al dejarlos actuar, las metas se ven facilitadas. En sus escritos
asegura Mario Carretero: “…La posición constructivista, como usted sabe, más
bien sostiene lo contrario: el conocimiento se construye a partir de las ideas
espontáneas de los chicos.”[10][11]
Otro pilar de la propuesta radica en la comunicación e intercambio con y
entre los diversos alumnos del ciclo, brindando tiempos reales (superando la
“pedagogía de la espera”) donde se respete el momento en que se encuentra cada
niño en el proceso de aprendizaje, lo cual se hace viable al poder conformar
grupos flexibles de trabajo.
Por un lado se estimulan las relaciones intersubjetivas e intrasubjetivas,
lo cual es favorable como señala Daniel Valdez: “La construcción de
significados compartidos entre profesor y alumno está íntimamente ligada a la
construcción de un vínculo afectivo interpersonal en el que se ponen en juego
no sólo los sentimientos, las motivaciones y las expectativas de los alumnos,
sino también los del profesor. La experiencia pedagógica, el enseñar y el
aprender, se desarrollan en el vínculo: tienen una dimensión histórica,
intersubjetiva e intrasubjetiva.”[12] El considerar el
ciclo en su totalidad permite poner el tiempo, la organización didáctica al
servicio real del proceso que se van generando en los diversos aprendizajes,
podríamos decir que se genera un “tiempo vivo”, no es dar tiempo para ver sí
recordemos: “El tiempo tiene que estar al servicio del usuario y no al revés.
Coordinar en la tarea educativa los
tiempos de todos los implicados….” Se
destacan los procesos que también deben
ser evaluados en función de los puntos de partida, en que se encuentran los niños
intentado superar la instancia inicial, sacando de una escena central y tan
intimidante arraigada en nuestro sistema graduado, como es la de promoción del
grado ya que una de las idea que subyace en la propuesta: “Organización
Ciclada” en relación al tema
“evaluación” se relaciona con lo que expresa Juan Antonio Huertas en su
Clase Nº 11: Motivación y aprendizaje,:
“…El parámetro de la evaluación del rendimiento es uno de los que más incide en
la formación de los diferentes patrones motivacionales. La evaluación centrada
en el proceso y de carácter privado facilita el desarrollo de la motivación
para el aprendizaje[13][14]…”; y no se puede dejar de remarcar que en este proyecto
al promover atender honestamente a la diversidad, a las individualidades, lleva
a humanizar las prácticas cotidianas en el aula, que muchas veces han sido
postergadas por lo burocrático o administrativo. Tal como afirma el
especialista en educación Philippe Perrenoud: “El aprendizaje pedagógico tiene
una conformación histórica particular, con rasgos político-institucionales
específicos: su carácter es obligatorio, masivo y graduado. El tema de la
obligatoriedad resulta de vital importancia a la hora de analizar el éxito y el
fracaso escolares, los criterios de construcción de los juicios de excelencia
escolar y el repertorio de estrategias que han de poner en práctica los alumnos
para alcanzar el nivel de excelencia esperado” El asumir 1º, 2º y 3º grado de la Escuela Primaria como una totalidad manifiesta
el esfuerzo por superar esta situación de la que habla P.Perrenoud y encierra
en su espíritu una valoración de los llamados “artefactos terciarios”
que puestos al servicio de la educación y de un marco temporal
específico “microgénesis” permiten
cambiar las praxis actual de la práctica cotidiana, optimizar la enseñanza y el aprendizaje, aumentando
destrezas de acción, para docentes y alumnos entre. “El análisis y la
comprensión cada vez más profunda de los procesos de intercambio comunicativo
en el aula pueden colaborar con la toma de conciencia de nuestras propias
prácticas, como profesores críticos y reflexivos”. Estas expresiones se ven
encarnadas en las siguientes voces de docentes:
“El esfuerzo del docente con tanta heterogeneidad, viviría como un alivio
en la implementación de la ciclada, ya que alcanzarían apoyo con una mirada más
compartida.”
“En propiciar un buen grupo de trabajo, un equipo, en hacer realidad la
flexibilidad.”
“Recuerdo cuando escuchamos el testimonio de otras docentes sobre el
proyecto que ya lo habían puesto en práctica. Nos gustó, pero igualmente
teníamos miedo al comienzo, no sabíamos cómo íbamos a nivelar los chicos. Con
los que ya eran de la escuela era más
fácil, pero los de primero eran todo
nuevos, cómo hacer…Se nos ocurrió en el primer momento agruparlos por color, al
azar, dieron muy buen resultado afirma con entusiasmo. El hecho de participar
con los más grandes da muy buen resultado, los más chicos hicieron un
aprendizaje más rápido y más amplio. Esta modalidad rompe la cosa mecánica, hay
chicos que lo esquemático le cuesta.”
“Esta experiencia me está enseñando a mi también”. Relata como una de las
alumnos que al comienzo no se comunicaba a partir de participar con otros
grupos de pares en la propuesta a comenzado a hablar-y también disfruta y les
pregunta.-Podríamos decir que hacen preguntas verdaderas ya que como sostiene
Nystrand,”…estas son aquellas para las cuales el docente no tiene respuesta
unívoca. Convocan al libre intercambio de opiniones y se formulan porque se
desea conocer…”.
“Los chicos con dificultades de integración se ven favorecidos, quizás el
ver a los docentes que comparten, pero vienen recontentos, al tener otro
espacio pueden tener otro lugar en el grupo otro rol. “ El aprendizaje implica,
entonces, cambios en las formas de participación de los sujetos en las
actividades culturales en que están implicados. Como sugería Rogoff, esto no
significa sólo que los sujetos "toman parte" de modo diferente, sino
que, sobre todo, son parte de una situación que cambia y produce -o no- desarrollo
o aprendizaje. Aunque estos efectos de la situación se constaten en las
personas -en los alumnos, por ejemplo- no deben ilusionarnos -insisten los
enfoques socio-culturales- con que su razón única y última radica en los
individuos: de hecho, se encuentra en su pertenencia, en su participación, en
su ser parte de una actividad social específica.” (Baquero, Ricardo. Clase7
Perspectivas …)
Es necesario charlar mucho, mucha oralidad, llegan con un bagaje muy
distinto, como dice el diseño, parten de los saberes previos .Ésta expresión,
de un docente, hace eco de lo sostenido por M.R.Moneo “…aludiendo también a la
funcionalidad de estas nociones, conviene reiterar que las ideas previas
son esenciales para aprendizajes…, los nuevos conocimientos se relacionarán o
interpretarán en función del conocimiento previo. Ésta es una de las razones
por las que conviene que los profesionales de la enseñanza conozcan las ideas
previas de los alumnos con los que van a trabajar”[15]
8. Las didácticas
específicas dentro de la experiencia
Tener que secuenciar, planificar, pensar en estrategias apropiadas para
cada área, para cada nivel, trajo aparejado la necesidad de contar con el
acompañamiento de especialistas.
Lograr una descontextualización
primera de saberes y un proceso de recontextualización para adecuarlos a las
condiciones de funcionamiento de las escuela como ya se ha expresado
anteriormente, preservando el sentido de los saberes y las prácticas, implicaba
un gran intercambio entre docentes, capacitadotes entre el hacer cotidiano y la
teoría que brindaba cada área del saber involucrado y cada objeto específico de
aprendizaje.
¿Formas diferentes?
No caer en una fragmentación de formas y procedimientos, era el riesgo.
¿Qué unificaba?...En definitiva el concepto que se tenga de infancia y de
educabildad, el valor que se dé a las nuevas investigaciones sobre la enseñanza
y el aprendizaje; el rol que se asigne al niño real, concreto, con el que se
trabaja todos los días, en la confianza que se deposite en él. Podríamos
agregar como respuesta a esta pregunta, que pensar en las didácticas
específicas fueron espacios que unificaron perspectivas.Describe claramente G.
Fairstein “Pero también es el espacio
en el que se mueve el docente cuando reflexiona y analiza su práctica. Tanto el
docente como el didacta piensan en la enseñanza y elaboran un saber.
Probablemente, el saber de las teorías está más sistematizado que el del
docente, pero siempre que se piensa en cómo mejorar la enseñanza se abre un
espacio reflexivo.”[16] Se tendría en
cuenta que no era aplicar las sugerencias de los capacitadores como recetas
infalibles, se caería en un aplicacionismo como ha sucedido con Piaget y sucede
con Vigotsky, la reflexión sobre lo que sucedía cada día era lo que nos tenía
que guiar en el momento de tomar decisiones.
La misma autora sostiene una postura compartida desde el Diseño Curricular
y en el espíritu de la puesta en marcha de misma propuesta ciclada: “...hay
saberes que se refieren a las situaciones de enseñanza en general y que otros
se elaboran en relación con prácticas de enseñanza caracterizadas por cierto
tipo de contenidos, cierto tipo de alumnos, ciertas condiciones de enseñanza y
de aprendizaje: se trata de didácticas de disciplinas, de niveles de enseñanza
y de modalidades de enseñanza, respectivamente”[17] por lo cuál se realizará en éste escrito una somera
referencia a la postura asumida en la propuesta, sobre todo, en lo referente a
Prácticas del Lenguaje y Matemática.
Prácticas del Lenguaje, una
alfabetización integradora
Delia Lerner afirma: “...la didáctica de la lectura y la escritura entiende
que el análisis didáctico no puede limitarse a considerar por separado al
alumno, al maestro y el saber o las prácticas que constituyen el objeto de
enseñanza, sino que debe abarcar el conjunto de las interacciones entre los
tres términos. Se considera, asimismo, que la validación de las hipótesis o los
conceptos didácticos formulados o puestos en acción a través de un cierto
proyecto de enseñanza sólo puede hacerse en el marco de la investigación
didáctica.”[18]
Las condiciones que ofrece una propuesta organizada en tiempos e
interrelaciones como la mencionada favorece entre otras variables: preservar el
sentido social de estas prácticas, enseñar a escribir es enseñar a participar en
esa comunidad con tareas auténticas y en interacción con los otros y sobre todo
para éste ciclo. Esta modalidad ofrece “... no sólo enfrentan el desafío de
comprender la alfabeticidad del sistema de escritura sino que, al mismo tiempo,
aprenden contenidos vinculados a las acciones que ejercen quienes leen y
escriben, así como a las particularidades de los diversos discursos
comprometidos en dichas prácticas.” (Delia Lerner)
9. Conclusiones. Situación
Actual
Es éste un momento de grandes cambios generacionales en el sistema educativo
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Provoca esta situación la llegada a las
escuelas de nuevos docentes, tanto en grados como en conducciones. No obstante,
el enfoque y el DC se mantiene y esto le da certeza de continuidad a esta
posible “Utopía Pedagógica”. La
consecuencia de estas movilidades de personal dio como resultado un estado de
situación, que indica la continuación de la propuesta teniendo en cuenta la
realidad actual. Lo que confirma la postura se comenzará cuando fuera necesario
o se continuará construyendo, partiendo de los puntos de partida institucional
e individual. O…¿ acaso no le sucede al alumno cada año en su interior?, “no
fragmentar” ni en el adulto ni en el niño. El compromiso es imprescindible y
fue puesto de manifiesto no sólo por los
que vienen participando sino también por los nuevos Supervisores, que asumieron
el desafió pedagógico de cuestionar gestionando en pos de una construcción de procesos
de enseñanza y de aprendizajes inclusivos, no fragmentados y superadores.
Conclusiones:
Finalmente podemos decir que ésta propuesta tiene en
cuenta las investigaciones realizadas y contemplando las características del
Diseño Curricular vigente para la jurisdicción de tenor constructivista y
cuyas características coinciden con las que menciona Mario Carretero:[19]
|
• Partir del nivel de desarrollo del
alumno
• Posibilitar
que los alumnos realicen aprendizajes significativos
• Procurar que los alumnos modifiquen sus
esquemas de conocimiento
• Establecer relaciones ricas entre el nuevo
conocimiento y los esquemas de conocimiento ya
existentes .
|
Quedaría mucho más por analizar en relación a: aprendizajes significativos
/ cambio conceptual / desarrollo cognitivo y aprendizaje del niño pequeño que se
ven beneficiados con la implementación de éste tipo de propuestas, pero la
extensión de éste trabajo no lo permite.
Si consideramos que una Utopía es el motor más fuertemente condicionado
por el discurso pedagógico, cuya fuerza arrastra a realizar distintos esfuerzos
que se encaminarán a un ideal, bienvenido sea. “Punto de partida, punto de llegada y confianza en el método y en la razón
para alcanzar los objetivos propuestos. El gran relato de la pedagogía se halla
entre los puntos que limitan la prospectiva fundacional y la perspectiva
utópica.[20]” Nuestra “utopía”, se circunscribe en superar la
realidad educativa, brindar oportunidades reales de acceso a todos y a todas,
en un marco democrático, integrador, es posible.
Carácter procesual de la enseñanza y el
aprendizaje
Proporcionar tiempos reales para que cualquier alumno pueda terminar un
proceso –
Fortalecer el acceso al conocimiento de todos los alumnos
Respetar diversidad de puntos de partida (diversidad no es dificultad de
aprendizaje) para que realicen aprendizajes significativos, modifiquen esquemas
de conocimiento
Adecuar y fortalecer metodologías de trabajo que atiendan las
individualidades para potenciarlas interviniendo desde y sobre ellas (darles
flexibilidad)
Perspectiva global: adecuar tiempos de enseñanza y tiempos de aprendizajes
pensando en la unidad del ciclo
Poner en práctica estrategias que al aplicarse sistemáticamente hacen a la
calidad del aprendizaje evitando su fragmentación (para los más rápidos y los
menos rápidos)
Ofrecer un contexto variado de enseñanza y aprendizaje, permite, es dar una
oportunidad más de aprender, donde se juegan otros espacios, otros roles en los diversos grupos, se
brindan otras formas de acceder al aprendizaje,..
Beneficia alcanzar un mínimo de tareas, la tarea a medias crea frustración, falta de aprendizaje e
imposibilita la metacognición, lo que más motiva el aprendizaje es aprender.
Amplía y diversifica los interlocutores entre enseñanza y aprendizaje con
diferentes modos, al ser diferentes vínculos: docentes-alumnos, alumnos-alumnos
A contenidos heterogéneos demanda de
actividades diferentes para abordarlos de acuerdo a la especificidad
Abre espacios y tiempos para que el aprendizaje sea abierto a la discusión
al pensarlo, y repensarlo las veces que se necesite, y no que “quede perdido en
el tiempo”, sin temor a la vergüenza o falta de tiempo porque “ya pasó”
“Se que no puedo continuar siendo humano si hago desaparecer la
esperanza y la lucha por ella. La esperanza no es
un don. Es parte de mí como el aire que respiro. Si no hay aire yo
desapareceré. si no hay esperanza no hay razón para que la historia continúe”
Paulo
Freire
[1]
Equipo de Orientación Escolar del Distrito Escolar 14º
[2]
capítulo 5:participación del equipo de orientación escolar en el proyecto de
la organización escolar ciclada
[4]
www.buenosaires.gov.ar- Escuelas con programas de intensificación en
artes
[5] Bibliografía básica: Pre Diseño
Curricular.SED GCBA-Artículos s/ experiencias en España y Argentina-Documentos
internos de Supervisión Escolar
En La escuela inteligente. Del
adiestramiento de la memoria a la educación de la mente, México, Gedisa/SEP
(Biblioteca para la actualización del maestro), pp. 133-155.
[8]
Cemello, Graciela. Clase 25. Didáctica de la Matemática 2
[9]
Huertas, Juan Antonio, Clase 11. Motivación y aprendizaje, FLACSO
[10]
Carretero, Mario, Clase 1. Introducción
al constructivismo, FLACSO
[11]
Carretero, Mario, Clase 1. Introducción
al constructivismo, FLACSO
[12]
Valdez, Daniel, Clase 12. Relaciones interpersonales y práctica comunicativa en
el aula, FLACSO
[13]
Huertas, Juan Antonio, Clase 11. Motivación y aprendizaje, FLACSO
[14]
Huertas, Juan Antonio, Clase 11. Motivación y aprendizaje, FLACSO
[15]
Carretero, Mario; M.R. Moneo, Clase 10. Ideas previas y cambio conceptual.
FLACSO
[16]
Fairtein, Gabriela, Clase 14. Teorías de la enseñanza y Teorías del aprendizaje
[17]
Fairtein, Gabriela, Clase 14. Teorías de la enseñanza y Teorías del aprendizaje
[18]
Lerner, Delia y otros. Clase 18.
Didáctica de la LenguaI
[19]
Carretero, mario. Clase 1. Introducción al constructivismo, FLACSO
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